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Reportaje:

"No quería una película con rabia"

'A Jihad for love' retrata la compleja relación entre Islam y homosexualidad

"Desde el principio tuve claro que no quería hacer una película con rabia y enfado. Es una película responsable". El director musulmán y gay Parvez Sharma presentó ayer así en San Sebastián su ópera prima, A Jihad for love, un documental rodado durante seis años en doce países y en nueve idiomas que retrata las complejas relaciones existentes entre el Islam y la homosexualidad.

Y lo hace a través de gays y lesbianas que, lejos de renunciar a su religión, encuentran en ella apoyo, a pesar de que la mayoría de los líderes religiosos se empeñan en hacer una lectura interesada del Corán y difundir que prohíbe la homosexualidad. La película, que se proyecta hoy (23.00) dentro del festival donostiarra de Cine y Derechos Humanos, "no ataca al Islam, y esa contradicción creo que es un elemento clave para que haya podido llegar a tanta gente", subrayó Sharma.

El director, nacido en India, confesó que el documental es "enormemente personal, pero también inevitablemente político por los tiempos en que vivimos". Unos tiempos en los que "el Islam es atacado desde fuera y desde dentro". En este sentido, la película es un llamamiento a la yihad, pero no entendida ni mucho menos como guerra santa. Sharma la plantea como una lucha personal en busca del amor y una lucha para transformar el Islam "desde dentro".

"No va a ser fácil", reconoció, porque a cada paso se encontrarán con la reacción de la comunidad más ortodoxa. "En cualquier caso, las soluciones no vendrán desde fuera, y menos de Occidente. Tendrán que ser los pequeños grupos locales los que tendrán que encontrar sus propias soluciones y cómo tratar con sus gobiernos".

A Jihad for love se estrenó el pasado año en el Festival Internacional de Cine de Toronto y ya se ha visto en 14 países. . En otros lugares, como Singapur y Dubai, ha sido prohibida. Esta noche se proyectará por primera vez en España. Será en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, donde luce desde ayer Por una vida sin malos tratos, una exposición donde más de cien artistas del humor gráfico procedentes de 34 países denuncian a través de sus viñetas la violencia que ejercen los hombres sobre las mujeres.

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