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ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

Quintana exige a Madrid que deje trabajar a los ferrolanos en el naval

El BNG confía en recuperar su antiguo feudo electoral

Sonia Vizoso

Si hay un lugar en Galicia donde Madrid mueve los hilos, ése es Ferrol. En el desvencijado cuartel y astillero que habitan los vecinos de esta comarca prendieron pronto los lemas de la "nación asoballada", pero casi 30 años después de que el pueblo de Fene tuviese su primer gobierno nacionalista, los rescoldos de aquella hoguera ocupan más que la llama. En las municipales de 1999, la capital comarcal entregó el bastón de mando a un alcalde del BNG, Xaime Bello, con 11.148 votos y 8 concejales. En mayo pasado, sólo 3.219 papeletas llevaban sus siglas y su representación cayó a dos ediles. En esa negra jornada electoral, perdió el Bloque su feudo más temprano y duradero.

La huida de votantes no ha apeado a Ferrol del centro del discurso nacionalista. Que los astilleros vuelvan a construir buques civiles es una de las demandas irrenunciables que el BNG promete plantear a Zapatero a cambio de su apoyo. Anxo Quintana recaló ayer en este territorio castigado por el paro y en un mitin de discreto aforo exigió al Estado que "deje trabajar a los ferrolanos en el naval".

El dirigente Manuel Doval atribuye la primavera que vivió su partido a finales de los 90 al momento en el que los electores cayeron en la cuenta de los "engaños" de los partidos y sindicatos estatales durante la reconversión de la década anterior. "Pero en Ferrol llegamos al poder en una situación complicada, en minoría. Nos faltó agilidad para hacer llegar a la ciudadanía lo que hicimos". Doval sostiene que la bajada electoral en esta ciudad está en un "punto de inflexión" y anuncia tiempos de "reconstrucción", también por el sector naval.

Xosé María Rivera Arnoso gobernó Fene, el municipio de Astano, desde 1979 y hasta mayo. Luchó contra las dos reconversiones que mutilaron la actividad en los astilleros y cree que poner la defensa de este sector en el centro de las relaciones de Galicia con el Gobierno central aún tiene sentido. "La revitalización de esta comarca pasa por recuperar el sector naval", afirma.

Otro proyecto "estratégico" para el Bloque en Ferrolterra es la planta de gas instalada en el interior de la ría. Los nacionalistas batallaron contra su tramitación hasta 2003, cuando pasaron a apoyar su puesta en marcha. Aquel giro les costó una crisis interna, pero la dirección niega tajantemente que fuese un "factor determinante" en la sangría de votos que se inició aquel año.

"Trato de favor" a los astilleros de Andalucía en perjuicio de Fene

La voz del Bloque en Madrid es ferrolana. Aquí nació su primer diputado en el Congreso, Francisco Rodríguez, y su sustituto, el cabeza de lista por A Coruña, Francisco Jorquera. La ciudad ilustra para el BNG los "males" que causa depender del Estado y la necesidad de que el nacionalismo gallego sea "decisivo en Madrid", su mensaje central en esta campaña de las elecciones generales.

"El naval es un motor económico de esta comarca que se está muriendo por culpa de decisiones lesivas del Gobierno central que han tenido la complicidad de los sindicatos estatales CC OO y UGT", sentencia Rivera Arnoso. "El trato de favor al sector naval del sur ha sido descarado, porque en Andalucía hay nueve millones de votos", apostilla.

El Estado es el amo del suelo en Ferrol. La empresa Navantia y el Ministerio de Defensa tienen el control de la mayor parte del litoral, una situación que condiciona el desarrollo urbanístico de la ciudad y merma los ingresos fiscales del ayuntamiento. Sólo las instalaciones del astillero (la antigua Empresa Nacional Bazán, dedicada a la construcción exclusiva de buques militares) ocupan unas 800 hectáreas al borde del mar, en la cara norte de la ría.

Los nacionalistas ya han intentado resucitar las instalaciones navales de Fene a través de su acción de gobierno en la Xunta, pero fue un fracaso. La Consellería de Industria presentó ante el Gobierno central un plan para que la empresa privada Hijos de J. Barreras pudiese construir barcos civiles en los miles de metros cuadrados de Navantia-Fene que actualmente no se utilizan.

El no de la SEPI y del Gobierno de Madrid fue rotundo. El Ejecutivo puso en duda el rigor de la propuesta y recordó que la Unión Europea prohibió la construcción de buques no militares en estas instalaciones. El BNG defiende que este obstáculo no es insalvable y que sólo se precisa "voluntad política".

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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