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El PP no logra que se castigue con cárcel los referendos ilegales

"Los referendos exigen autorización del Gobierno y, si el Gobierno no se la da, no hay referéndum y punto". Ésta fue la tesis que ayer defendió, en tono alto, el portavoz constitucional del PSOE, Ramón Jáuregui, ante una iniciativa del PP defendida por el portavoz de Justicia, Ignacio Astarloa. Los populares han tratado sin éxito durante los dos últimos años de reintroducir en el Código Penal el delito de convocar referendos ilegales, como podría ser el que tiene anunciado proponer el presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe. Todos los grupos políticos votaron en contra de esta propuesta del PP que estuvo vigente un año, el 2003, y que el PSOE derogó cuando llegó al Gobierno. Los populares en ese año aprovecharon la tramitación en el Senado de la Ley de Arbitraje para incluir una enmienda por la que se contemplaba pena de cárcel de uno a dos años para aquellos que facilitaran, promovieran o exigieran la realización de un referéndum declarado ilegal.

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Y ayer se repitió la escena. La tesis del PSOE es que hay instrumentos suficientes en el Estado de derecho para impedir un referéndum como el de Ibarretxe. El Estado puede presentar un recurso contencioso-administrativo; un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional; la suspensión previa de la convocatoria; la prohibición de la constitución de las Juntas Electorales. "¿Sigo?", preguntó Jáuregui.

Era su respuesta a las preguntas que había formulado Astarloa. "¿Qué piensa hacer el señor Rodríguez Zapatero ante un desafío de esta gravedad? ¿Cuáles son los resortes que le quedan al Estado para evitar este asalto a la Constitución?", interrogó Astarloa. "Ustedes evolucionan del Estado social al Estado Penal", le respondió Llamazares.

Quizá la intervención más moderada fue la de Margarita Uría, la más concernida al pertenecer al partido que impulsa el referéndum, el PNV. "Hay quienes creemos que la hoja de ruta de Ibarretxe es defendible desde la legalidad", opinó Uría. Begoña Lasagabaster, de EA; Agustí Cerdà, de ERC, y Josep Guinart, de CiU, situaron la iniciativa del PP en su estrategia electoral para toda España. También lo interpretó así Ramón Jáuregui: "Les vamos a ganar a ustedes aquí, y a los radicales allí", casi gritó.

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