Las musas viven en el Ampurdán

Aviso a navegantes. La excursión que aquí comienza está destinada a todos aquellos que tengan inquietud por el arte contemporáneo, por saber qué se cuece esta temporada entre los artistas que han elegido, en diferentes momentos de sus vidas, vivir y trabajar en la tranquilidad del Ampurdán (Girona), que no son pocos. En opinión de uno de ellos, Lo, que dejó su trabajo de diseñador publicitario cuando descubrió el bambú y sus posibilidades escultóricas, y que desde hace dos años vive en el pueblo de Ventalló, esta comarca podría compararse, en cuanto a densidad de artistas por metro cuadrado, a la Toscana italiana. A pesar de que no se puede confirmar esta última opinión, si uno va tirando del hilo confirma que sí, que en el Ampurdán hay mucho arte y mucho artista: consagrados, sin consagrar, escultores, pintores, recién llegados, curtidos en exposiciones internacionales o que simplemente están empezando. Y junto a los artistas, sus espacios y las galerías donde exponen.

En verano, las galerías se ponen las pilas y hay mucha actividad cultural, pero en otoño todo vuelve a su cauce, los galeristas exponen sus fondos y los artistas regresan a sus quehaceres. Es una buena época para conocer de primera mano sus obras y disfrutar de los rojos y amarillos del campo, unos paisajes y colores que tan bien retrata José María Guerrero, uno de los grandes pintores que viven en la zona.

Hay otra cuestión que hay que tener en cuenta antes de emprender el rumbo, para visitar algunas galerías, show rooms y talleres en esta época del año. Con las galerías no habrá problemas, pero hay que comprender que a veces los artistas viajan o no están disponibles, así que, para preparar el itinerario, es mejor llamar o mandar un correo electrónico antes de salir.

La visita puede comenzar en Palafrugell, allí se encuentra uno de los espacios de la Fundación Vila Casas, Can Mario, una industria del corcho, construida entre 1900 y 1905, con dos plantas dedicadas a escultura y pintura contemporánea y una exposición otoñal: Modest Cuixart, un artista muy ligado a esta localidad. Otro espléndido espacio ampurdanés de la Fundación Vila Casas es Palau Solterra, en Torroella de Montgrí, donde se puede ver el trabajo que hace la institución para promocionar el arte contemporáneo. Salas permanentes con pintores como Guerrero Medina y salas temporales donde disfrutar del trabajo de creadores como Manolo Ballesteros y Lluís Lleo.

El edificio es un palacio de estructura gótica. Una maravilla. Y a pocos metros de allá se encuentra una casa del siglo XVII. Es la sede de Michael Dunev Art Projects, un centro de arte contemporáneo que abrió sus puertas hace siete años, exportado de San Francisco. Cuenta Michael, el galerista, que un año se perdió y se encontró en el Ampurdán. Y se quedó. Otro enamorado de esta tierra y del arte. En su fondo se encuentran, entre otros, artistas como Carmen Calvo, Joaquim Chancho, Estrada e Isern, al que se puede visitar en su estudio, en el bello pueblo de Rupiá.

Parada obligatoria es Casavells, donde se encuentra un caserón imponente que alberga, por un lado, la fundación del pintor Josep Niebla, que aterrizó aquí hace unos veinte años, y por el otro, un nuevo espacio, también impresionante, la galería Miquel Alzueta, con exposiciones temporales (este otoño, una de Mosna Domingo y otra de Michael Banks), antigüedades y con su fondo de obras de artistas como Ballesteros, Macaya y Regina Giménez.

Y para terminar, en el Baix Ampurdán hay que pedir cita para visitar la galería Cyprus, una de las más importantes de la zona, cuyas inauguraciones veraniegas dan el pistoletazo de salida de la temporada y que está en una preciosa masía en Sant Feliu de Boada.

Camino a Ventalló y Camallera

Y seguimos ruta hacia el Alt Ampurdán. Comenzamos con los show room y talleres de artistas. Alta concentración en torno a los pueblos de Ventalló y Camallera, pero antes hay que alimentar el cuerpo, que no sólo de arte vive el hombre. En Ventalló existe el lugar perfecto para ello. Se llama el Pera Batlla y sus responsables cultivan con el mismo mimo el arte culinario y el buen servicio. Un espacio muy ampurdanés.

Allí mismo, en Ventalló, se encuentra el taller de Lo, donde puedes ver sus originales esculturas de bambú. Y casi sin darte tiempo a meter la tercera, se llega a L'Olivar, el sueño de Enric Pladevall. Un espacio entre pinos y olivos donde el escultor construyó su casa, su taller, su galería y su impresionante jardín escultórico, donde destaca su obra Tità Amantis, una mole de madera y hierro de nueve metros de altura.

Todavía con la boca abierta, saltamos a Saus, lugar en el que se puede visitar el taller y jardín del escultor Manel Álvarez, donde destacan sus obras realizadas con mármol de Carrara. Seguimos ruta. En un pequeño pueblo perdido en el campo tiene su guarida el pintor Luis Krauel, que trabaja ayudado por el silencio de la zona.

Todos son amigos. Comparten la pasión por el arte y por el Ampurdán. Se suelen reunir en la galería Kilómetro Siete, del artista José Luis Pascual, que fuera de la temporada veraniega muestra sus obras. Allí, el viajero a lo mejor se los encuentra. Discutiendo, hablando de arte, tomando algo, intercambiando obras. Hay muy buen ambiente. A ellos se les une Alfonso Alzamora, que tiene su cuartel general un poco más al norte, en Ordis, donde realiza sus meninas y dameros. Su taller es la última parada de la ruta artística del Ampurdán.