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Tres piscifactorías y una depuradora rodearán las dunas de Corrubedo

La planta de filtración verterá 15 millones de litros junto al parque natural

Sonia Vizoso

Lo salvaron de la embestida negra del Prestige y ahora temen que una nueva amenaza puede herir de muerte el parque natural. Vecinos y marineros alertan de que Corrubedo está en peligro. La Xunta proyecta tres piscifactorías y una gran depuradora en los alrededores de este manto de dunas rodeado de lagunas de agua dulce y salada, un ecosistema singular que ha dado vida a una fauna y flora únicas.

"Todos y cada uno de estos proyectos suponen gigantescos vertidos a las aguas del Complexo Húmido y una agresión paisajística sin precedentes en un espacio protegido comunitario", sostiene Manoel Santos, de la Plataforma Medioambiental de Corrubedo "Las plantas van a tener un sistema de depuración que garantice la calidad del agua que envíen al mar", replica la Consellería de Medio Ambiente, que defiende que las instalaciones serán inofensivas para este enclave del municipio de Ribeira (A Coruña).

El área de Corrubedo es uno de los puntos del litoral gallego al que más figuras de protección amparan. Es Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), parque natural, humedal protegido y parque nacional das Illas Atlánticas, ya que incluye parte de la isla de Sálvora. Al norte de sus dominios, junto a la playa de Espiñeirido, se pretenden ubicar dos granjas marinas, una de ellas la más grande prevista en el nuevo Plan de Acuicultura. Se llama Laxe Brava, ocupará 308.000 metros cuadrados y los muros que rodearán el criadero se levantarán justo en los lindes del Complexo Húmido. A sólo tres kilómetros de esta planta se levantará la de Será, que ampliará en 115.000 metros cuadrados una vieja instalación.

Al sur de las dunas, en la parroquia de Aguiño, se proyecta la piscifactoría de Couso (55.000 metros cuadrados), el mismo lugar elegido por Augas de Galicia para ubicar la depuradora que tratará todas las aguas fecales e industriales de Ribeira. La Xunta admite que el complejo verterá cada día al mar 15 millones de litros de agua dulce tras depurar todos los vertidos fecales e industriales del municipio.

¿A dónde irá ese reguero diario? José Manuel Oujo lleva 32 años mariscando en el abra de Aguiño, una "minirría" rica en percebe, nécora y pulpo que él conoce al dedillo. "En invierno, esa cantidad de porquería que saldría del emisario [la canalización que verterá las aguas depuradas a unos 300 metros de la costa] será arrastrada por los vientos del sur al abra de Aguiño, que es el criadero principal de todas las especies". Oujo, que preside la Agrupación de Mariscadores, está convencido de que las corrientes empujarán también esta riada de la depuradora hacia las dunas de Corrubedo.

El banco de percebe, que supone casi el 70% de los ingresos de la cofradía de pescadores de Aguiño, está en la isla de Sagres. El tubo de desagüe de la depuradora soltará las fecales ya filtradas a 250 metros de estas rocas -incluidas en el LIC Complexo Húmido de Corrubedo- y a una profundidad que oscilará entre los 1,5 y los 4 metros, según la altura de la marea. "No es lógico que todo esto se haga en una zona tan sensible", lamenta el portavoz de los marineros.

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La depuradora de Aguiño tiene preocupados a los políticos en Ribeira y Santiago. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, es quien debe decidir la parcela exacta de esta parroquia que acogerá la planta y ya ha cambiado una vez de opinión ante la rebelión vecinal contra el proyecto. La Consellería de Medio Ambiente, en manos del PSOE, es la que ejecutará la obra. Sin esta instalación, Galicia se expone a recibir una multa de la Unión Europea por contaminar el mar con aguas fecales.

La Xunta alega que el humedal está a salvo

Las cuatro instalaciones que cercarán el espacio natural de Corrubedo dependen de la Xunta y, a falta de la tramitación ambiental que se desarrollará cuando se vayan a construir las plantas, su emplazamiento cuenta con el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente.

Fuentes de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, que dirige Benito Reza, sostienen que el parque natural no está en peligro y justifican la elección de estas localizaciones en la necesidad, por un lado, de buscar sitio en la costa para nuevas piscifactorías y, por otro, de depurar las aguas residuales de las poblaciones cercanas al complejo de dunas. Detrás de los problemas para llevar adelante la planta de filtración ribeirense, el departamento de Manuel Vázquez ve intereses políticos del PP, el partido que gobierna este ayuntamiento coruñés y que "casualmente" es la villa de origen de su portavoz parlamentario.

Sobre las piscifactorías, Medio Ambiente alega que la infraestructura más próxima está a cuatro kilómetros del parque natural (aunque limita con terrenos protegidos como Lugar de Interés Comunitario) y que a las tres granjas marinas se les exigirán sistemas de depuración que garanticen unos parámetros de calidad a las aguas que devuelven al mar, algo que no cumplen todas las instalaciones acuícolas que funcionan en la actualidad. La consellería defiende que el plan de acuicultura redactado por el bipartito es mucho más respetuoso con la naturaleza que el que aprobó la Xunta del PP cuando estaba en funciones. Según Medio Ambiente, la única alternativa más sostenible que su proyecto sería que la acuicultura dejase de ser un "sector estratégico" para Galicia.

La depuradora de Aguiño es para la Xunta imprescindible. "El agua depurada no va a cerrar ningún banco marisquero, la que se vierte ahora sí los pone en riesgo", argumentan fuentes de la consellería. Medio Ambiente se muestra contrariada por el comportamiento del Ayuntamiento de Ribeira, controlado por el PP. El gobierno local, que debe elegir los terrenos de Aguiño donde se emplazará la planta, había elegido la punta Pinisqueira, pero ha cambiado de opinión ante la oposición vecinal y ahora propone una parcela rechazada por Medio Ambiente porque invade la Red Natura. La consellería no piensa esperar mucho más a que el ejecutivo popular se decida y amenaza con retirar su "oferta" de ejecutar la depuradora y sancionar al Ayuntamiento por verter al mar aguas sin filtrar.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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