_
_
_
_

Los conservadores británicos logran los sondeos más favorables en 15 años

Los 'tories' superan en siete puntos a los laboristas en intención de voto

"Hemos vivido nuestra mejor semana desde hace 15 años", opinaba el miércoles el anterior líder del Partido Conservador británico, Michael Howard. Instantes antes, su sucesor, David Cameron, acababa de destrozar la mandíbula de Gordon Brown en la sesión de control parlamentario. "Este primer ministro es el primero en la historia que renuncia a convocar unas elecciones porque pensaba que las iba a ganar", se mofó Cameron en los Comunes entre el regocijo de los tories y el silencio de los laboristas.

Los sondeos de ayer confirmaron que estamos ante el mejor momento de los conservadores desde hace 15 años, desde que en 1992 John Major ganó unas elecciones que se daban por perdidas. El sondeo de ICM para The Sunday Telegraph otorga a los conservadores una intención de voto del 43%, a los laboristas del 36% y a los liberales del 14%, cuando hace tan sólo una semana ese mismo instituto de opinión auguraba un empate.

El sondeo retrotrae el prestigio de Brown y Cameron a los niveles que tenían en mayo, cuando el 53% consideraba a Brown el líder más fuerte (ahora es el 52%), por delante de Cameron (33% en mayo, 32% ahora). Eso significa que el primer ministro ha perdido todo el crédito que había ganado desde que accedió al cargo, pero que su figura no se ha desplomado y que, a pesar de la calamitosa semana que ha vivido, puede recuperar el liderazgo.

La debilidad de Brown, sin embargo, puede acabar siendo un factor relevante a la hora de decidir si convoca o no un referéndum para ratificar el nuevo Tratado Europeo. El sondeo de ayer refleja que el 66% de los británicos cree que tendría que haber un referéndum, frente al 21% que dice que no. Un 47% votaría en contra, un 23% a favor y un 23% está indeciso.

Brown ha insistido en que, si son aceptadas las cautelas negociadas por los británicos en junio, no será necesaria la consulta. Pero Tony Blair se comprometió en su día a convocarlo porque su debilidad le obligó a ceder a las presiones de la antieuropea prensa británica. Esas presiones son ahora igual de fuertes. La fortaleza que tenía Brown hasta hace unos días invitaba a pensar que no habría referéndum. Hoy es más difícil tener esa seguridad.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_