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Entrevista:EN POCAS PALABRAS

"En la vida lo prosaico se mezcla con el dramatismo más extremo"

La dibujante Rutu Modan retrata en 'Metralla' el terrorismo en Israel

Dice Rutu Modan (Tel Aviv, 1966) que comenzó a hacer cómics antes que a leerlos. Una frase que sólo se comprende dentro del difícil panorama israelí de la historieta, donde casi cualquier iniciativa de edición fracasa. Tras publicar sus primeras historietas, dirigió la versión israelí de la revista satírica MAD. Fue una experiencia agridulce: no funcionó comercialmente pero le permitió contactar con varios autores, de los que nacería Actus Tragicus, un colectivo con el que ha editado su obra en varios países, entre ellos España. Metralla (Sins Entido), su primera obra larga, es una brillante historia sobre la búsqueda de un padre desaparecido tras un atentado en Israel. Una novela gráfica sobre las relaciones humanas, con el telón de fondo del conflicto de Oriente Próximo. Son unas páginas con doble lectura: la inteligente reflexión de Modan y el retrato de una sociedad que asume la violencia cotidiana. Hasta el día 26 se puede visitar la exposición sobre su obra en el Festival Viñetas desde o Atlántico (A Coruña).

Pregunta. ¿Se pueden hacer historietas sin haberlas leído antes?

Respuesta. En Israel no se podían leer cómics como en América o en Europa. Así que empecé a hacerlos de forma natural: me gustaba dibujar y contar historias. Cuando era pequeña, ya dibujaba las historias que me inventaba, aunque le tenía que pedir a mi madre que pusiese los textos. Y no he parado desde entonces. Incluso durante la guerra del 73, con apenas siete años. Era una visión infantil y con un componente macabro si pensamos que es una niña que plasma una situación durísima.

P. ¿Hay más dificultades en Israel para dibujar cómics por ser mujer?

R. Hay dificultades para dedicarse al cómic. Ser mujer no creo que haya mejorado ni empeorado mis posibilidades. En Israel es muy difícil hacer cómics, pero no por ser mujer. Es curioso que, en Europa, es una pregunta que siempre me hacen, porque creo que la situación aquí sí puede ser diferente.

P. Metralla es muy compleja, con tres historias entrelazadas: la búsqueda del padre, el amor de los dos protagonistas y la situación política. ¿Fue difícil escribir el guión?

R. Interactúan de forma natural. Es un proceso extraño, pero cuando algo es lógico en la vida, lo es también en la historia. Mi idea no era combinarlos, pero al escribir los personajes cobraron vida.

P. Sorprende cómo la violencia es asumida por los israelíes, pero en su obra no hay juicios. ¿Tenía esa intención?

R. Nunca he querido hacer cómics políticos, pero siempre quise que mi obra fuese verídica. Y en la vida real lo prosaico se mezcla con el dramatismo más extremo. Esa dualidad me interesa y reflejarla hace que mi obra sea universal.

P. El protagonista está ausente pero se convierte en una presencia constante. ¿Fue difícil construir una historia sobre un personaje al que no vemos?

R. ¿Cree que es el protagonista? Sí, es posible, aunque no lo pensé cuando comencé a escribirla. ¡Es parte del misterio de la creación! Yo dejé que la historia fluyera y es posible que se viese afectada por ser una obra que, en cierto modo, se basa en la relación con mi padre, pero no es autobiográfica. De hecho, mi inspiración era un documental sobre las víctimas de atentados que no son identificadas y que nadie reclama, pero es evidente que hay elementos autobiográficos en ella.

Rutu Modan.
Rutu Modan.

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