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La Junta ve inviables varios proyectos previstos en el nuevo PGOU de Málaga

La expansión en Campanillas y al norte de la ronda motiva las discrepancias

La Junta y el Ayuntamiento de Málaga mantienen profundas discrepancias sobre el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tramita el municipio, especialmente por la localización de algunos de los proyectos de expansión residencial diseñados en la vega del río Campanillas y Churriana, o la construcción al norte de la ronda este, que Medio Ambiente ha declarado "inviables". El alcalde, Francisco de la Torre, no ha incluido el asunto en la agenda que hoy planteará al presidente Manuel Chaves, pues espera que se solvente en la esfera técnica.

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El informe de incidencia territorial que realizó la Secretaría General de Urbanismo tras la aprobación inicial del PGOU ya consideró "sobredimensionada" la previsión de 74.000 nuevas viviendas contempladas y aconsejó replantear los desarrollos previstos en el entorno de los núcleos de Campanillas, Santa Rosalía-Maqueda, Colmenarejo y La Huertecilla, todos ellos al oeste de la ciudad, donde se proyecta el grueso de la nueva expansión de Málaga.

A estas recomendaciones se ha sumado ahora una nueva traba. El informe de impacto ambiental emitido en julio por la consejería del ramo considera "inviables" los planeamientos propuestos en la Sierra de Churriana y Colmenarejo, por el fuerte impacto sobre el medio natural; y en la zona norte de Campanillas por considerarla zona potencialmente inundable.

Además, Medio Ambiente condiciona la admisión de otros desarrollos previstos en la misma zona, como Maqueda, y en Puerto de la Torre a la realización de estudios más precisos sobre contaminación ambiental en la zona (Maqueda está dentro del área de posible impacto de la proyectada central térmica de ciclo combinado y Lagar de Oliveros y San Cayetano, en Puerto de la Torre, por la construcción de la segunda ronda). Igual hace con uno de los proyectos que más polémica política ha levantado, las torres en los antiguos terrenos de Repsol.

El informe de impacto ambiental estima además inviables otras actuaciones como la conversión en uso residencial y comercial de suelos que ahora son zonas verdes en el entorno del Monte Gibralfaro (Camino Nuevo y Cañada de los Ingleses) y la marina deportiva en Arrainjanal -descartada ya en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) y por el Ministerio de Medio Ambiente, que ha iniciado los trámites de compra de suelo para protegerlo-.

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Medio Ambiente no se ha pronunciado sobre los otros dos puertos deportivos contemplados en el nuevo PGOU de Málaga, El Morlaco y El Candado, sobre los que emitiría informe cuando se elaboraran los proyectos respectivos. El POT de la Junta no contempla ningún nuevo puerto deportivo en el término municipal malagueño.

Otro asunto de calado es el salto a la ronda este y la construcción por encima de ésta en suelo hasta ahora no urbanizable, con fuertes pendientes y erosión, y limítrofe con el parque natural de Los Montes de Málaga. El Ayuntamiento ha previsto varias actuaciones con unas 500 viviendas ligadas a equipamientos "singulares". Pero el informe de impacto ambiental también lo considera inviable pues aunque reconoce que el modelo propuesto es "de muy baja densidad (166 hectáreas para 500 viviendas), supone un elevado consumo de suelo, factor que debe valorarse como un recurso natural escaso y no renovable", por lo que le atribuye un impacto "elevado".

Medio Ambiente descarta también la construcción de una segunda ronda este de circunvalación contemplada en el PGOU. Sobre este proyecto ya se pronunció también la Consejería de Obras Públicas, que lo consideró "innecesario" porque no hay una demanda que lo justifique.

Pero el Ayuntamiento no quiere dar su brazo a torcer sobre la construcción al norte de las rondas, que Obras Públicas sólo está dispuesta a considerar si se concretan los equipamientos singulares de los que habla el consistorio y los justifica adecuadamente.

En cambio, el consistorio sí ha iniciado estudios para tratar de recolocar en otras zonas los desarrollos previstos en Churriana y Campanillas que Medio Ambiente ha considerado inviables. El alcalde, Francisco de la Torre, confía en que las discrepancias se resuelvan en el ámbito técnico y evita darle al conflicto una categoría política, motivo por el que no ha incluido el asunto en la agenda de la reunión que hoy mantendrá con el presidente de la Junta, Manuel Chaves. "No hay una problemática especial, estamos estudiando el informe para darle cumplimiento", ha señalado De la Torre.

El alcalde sí culpa a la Junta del retraso que empieza a acumular la tramitación del PGOU, que se aprobó inicialmente en julio de 2006 y ha reprochado a Medio Ambiente que ha tardado mucho en emitir el informe de impacto. Pero Medio Ambiente replica que el Ayuntamiento no le envió el plan hasta cinco meses después de aprobarse.

Vista aérea de la capital malagueña.
Vista aérea de la capital malagueña.JULIÁN ROJAS

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