Un juez reabre el caso de un incendio en Vandellòs que arrasó 1.300 hectáreas
El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Reus (Baix Camp) ha reabierto la investigación que había archivado previamente sobre el incendio que en abril del año pasado arrasó 1.300 hectáreas en Vandellòs i L'Hospitalet de L'Infant, ayudado en parte por el fuerte viento que se registró en la zona en aquellos días.
De acuerdo con la versión de varios testigos y a tenor de un informe interno del cuerpo de Agentes Rurales, aquel fuego pudo haber sido causado por una unidad de los propios Bomberos de la Generalitat en una quema controlada de rastrojos.
El grupo ecologista Gepec ha aportado al juez otro informe del cuerpo de Agentes Rurales, que hace un año dependía del Departamento de Medio Ambiente, que fija el origen del fuego en la zona donde días antes del incendio un grupo de especialistas de los Bomberos de la Generalitat, denominado EPAF, unidades punteras altamente cualificadas, llevó a cabo una limpieza de maleza en el entorno de una de las balsas donde cargan los helicópteros de ataque a los fuegos forestales.
El juez decidió el archivo del caso a raíz de un informe de la Dirección General de Emergencias, dependiente del Departamento de Interior, que dejaba abiertas múltiples posibilidades como posibles causas del incendio forestal: desde un pastor que se desplazaba por los caminos de la zona en ciclomotor a excursionistas o ciclistas de montaña que podían haber hecho alguna barbacoa.
El fuego más grave
La Dirección de Emergencias también dejó abierta la posibilidad de que esta quema controlada, realizada por los especialistas de los bomberos en el entorno de la balsa, pudiera causar el fuego.
El incendio, el más grave ocurrido el año pasado en Cataluña, arrasó 1.300 hectáreas, 600 de ellas incluidas en un Parque Especial de Interés Natural. El fuego llegó incluso a las puertas de la central nuclear Vandellòs II, que tuvo que activar, aunque en fase de alerta y prevención, su plan de emergencia.
