Fútbol con eco de ladridos
El canódromo de Carabanchel se muta en campo de hierba artificial
Sobre el eco de los ladridos y las sombras de los escuálidos galgos que se dejaban la vida a velocidades de vértigo, ahora jugarán al fútbol los 400 niños del club Puerta Bonita. El Ayuntamiento ha terminado la remodelación del antiguo canódromo de Carabanchel y lo ha convertido en un campo de hierba artificial. El histórico club de balompié será el encargado de gestionarlo.
La remodelación ha costado 4,3 millones de euros y 15 meses de trabajo. Lo que fue un velódromo sin estrenar y un improvisado campamento de acogida de personas sin hogar, alojará también un campo de fútbol 7 y una sala de musculación. La grada tendrá capacidad para 4.000 espectadores. "Se convierte en uno de los campos de fútbol más importantes de Madrid", dijo el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.
Los vecinos no lo ven tan bien. "Queríamos que fuera público, con piscina y zonas para mayores. Pero, como siempre, no nos ha consultado", denunció Lourdes Hernández, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel.