30 muertos en la calle de los libreros de Bagdad
Un coche bomba conducido por un suicida devastó ayer la histórica calle Mutanabi
la de los libreros, en el centro de Bagdad y mató al menos a 30 personas, con lo que los insurgentes desafiaron una vez más la ofensiva lanzada por las fuerzas estadounidenses e iraquíes para acabar con la violencia en la capital iraquí. Una espesa humareda se elevó sobre la ciudad después del ataque, el más sangriento en Bagdad en una semana.
La bomba supone un nuevo desafío para el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien no hace mucho mostró su satisfacción con los resultados de las tres semanas de desarrollo de la operación de seguridad. La violencia sectaria causó 16.000 muertos en Bagdad en 2006, según un informe de la ONU.
Un testigo dijo que tras la explosión se produjo el caos: la calle Mutanabi quedó teñida de sangre, las sirenas de las ambulancias producían un ruido ensordecedor y los escaparates de las librerías quedaron hechos añicos. "El humo era tan espeso que me hizo vomitar", dijo el testigo.
Mohammed Salman clamaba en medio de las ruinas: "Busco a mi hermano. Espero que esté en el hospital, hay cuerpos por todas partes, es imposible identificarlos". Según él, la bomba explotó justo delante de un centro cultural, donde numerosos habitantes se reúnen habitualmente para hablar de literatura o de los últimos acontecimientos políticos.
La operación de seguridad ha encontrado poca resistencia en el reducto de la milicia chií del clérico Múqtada al Sáder, en Ciudad Sáder. Las tropas estadounidenses detuvieron a una importante figura del Ejército del Mahdi y tres de sus ayudantes, según informó la organización. El Ministerio del Interior iraquí confirmó ayer que el domingo las fuerzas de seguridad, dentro de la operación citada, mataron a ocho hombres armados y detuvieron a otros 172 en Bagdad y sus alrededores. Según el comunicado, 46 de los arrestados son terroristas.
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