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Aviones etíopes bombardean posiciones islamistas en Somalia

La milicia llama a la guerra santa y pide voluntarios de todo el mundo musulmán

Aviones de combate etíopes han bombardeado varias ciudades somalíes controladas por la milicia de la Unión de los Tribunales Islámicos (UIC, en sus siglas en inglés). El Gobierno de Addis Abeba, que hasta ahora había negado cualquier implicación más allá del envío de algunos instructores, ha admitido por primera vez su implicación en apoyo del Gobierno provisional de Somalia. Etiopía asegura que se trata de una acción en defensa propia.

"Después de haber tenido demasiada paciencia, el Gobierno de Etiopía ha decidido actuar en defensa propia y contraatacar a las fuerzas extremistas", dijo Solomon Abebe, portavoz del Ministerio de Exteriores. Los bombardeos afectaron a un centro de reclutamiento de voluntarios islamistas en Beledweyne, según la versión de Addis Abeba. Varios testigos aseguran que los ataques afectaron a carreteras y líneas de defensa islamistas y se extendieron hasta Galkayo, cerca de la frontera.

"La lucha ha comenzado", afirmó Mohamed Ibrahim Suley, portavoz de la UIC. "El enemigo de Alá ha lanzado una guerra abierta contra Somalia y ha comenzado a bombardear ciudades y civiles". Los islamistas han llamado a la guerra santa y prometido la expulsión de las tropas extranjeras. Etiopía, de mayoría cristiana, tiene el apoyo de Washington, que ve en la milicia islámica una reedición de los talibanes afganos. Ambos países libraron una guerra fronteriza en el desierto de Ogadén en 1977 y 1978.

Somalia no ha tenido gobierno efectivo desde que los señores de la guerra derrocaron en 1991 al dictador Mohamed Siad Barre y sumieron el país en el caos. Un proceso de paz puesto en marcha en Yibuti en 2000 logró poner en marcha un Gobierno provisional con apoyo de la ONU, que nunca consiguió controlar el país. La UIC conquistó Mogadiscio en junio expulsando a los llamados señores de la guerra laicos (algunos, en el Gobierno) y ahora amenaza al último bastión gubernamental en Baidoa.

Los líderes islamistas no han ocultado sus objetivos: unificar Somalia (hay dos regiones que funcionan como independientes: Somaliland y Puntland) e incorporar bajo una misma frontera a los somalíes que viven en el oeste de Etiopía, Yibuti y el noreste de Kenia.

El primer ministro etíope, Meles Zenawi, asegura que su Gobierno tiene la obligación moral y legal de apoyar al Ejecutivo somalí reconocido internacionalmente. Considera un acto de guerra que la UIC arme a rebeldes de etnia somalí dentro de sus fronteras.

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Los líderes islamistas comenzaron a emitir en la radio de Mogadiscio canciones patrióticas de la guerra de 1977 contra Etiopía. También han realizado un llamamiento a los musulmanes del mundo para que acudan en su ayuda. "Los musulmanes somos hermanos que nos ayudamos. Tenemos el derecho de llamar a nuestros hermanos y hermanas para que nos ayuden en esta guerra santa", dijo Yusuf Indahaadde, jefe de seguridad de la UIC.

"No podemos excluir los escenarios catastróficos y que esto derive en una situación de caos y en un conflicto regional" en el cuerno de África, aseguró Saïd Djinnit, comisario para la paz y la seguridad del Unión Africana, que ha tratado de mediar en el conflicto. Mientras que Etiopía apoya al Gobierno, su rival Eritrea suministra armas y tropas a los islamistas somalíes.

Milicianos de la Unión de los Tribunales Islámicos, en el puerto de la capital somalí.
Milicianos de la Unión de los Tribunales Islámicos, en el puerto de la capital somalí.AP

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