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La difícil oposición al Kremlin

Scotland Yard investiga si un ex agente ruso ha sido envenenado en Londres

Litvinenko, procedente del KGB, seguía la pista de los asesinos de la periodista Politkóvskaya

La policía británica investiga un presunto plan para envenenar a Alexander Litvinenko, ex agente de seguridad ruso y reconocido crítico del Gobierno de Vladímir Putin. Las sospechas apuntan a que el disidente ruso fue envenado en Londres a principios de mes en represalia por su huida de Moscú y para frenar sus pesquisas en torno al asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya. El disidente ruso seguía hospitalizado ayer en estado grave, pero estable. Los medios británicos dan por seguro que Alexander Litvinenko, de 43 años, fue envenenado con un raticida.

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Los análisis practicados a Litvinenko han revelado la presencia de talio, un metal inodoro, incoloro e insípido que se utiliza como raticida. Hospitalizado desde principios de mes, su salud aún corre tanto peligro como su seguridad. Agentes de policía hacen guardia en la puerta de su habitación mientras especialistas de la brigada criminal de Scotland Yard investigan el presunto intento de asesinato bajo "sospecha de envenenamiento", según confirmó este fin de semana un portavoz de la policía. Litvinenko es un ex coronel del Servicio Federal de Seguridad (SFS), el antiguo KGB o servicios secretos del régimen soviético, que pidió asilo político en el Reino Unido en 2000 tras criticar abiertamente al presidente ruso, Vladímir Putin.

El pasado día 1 se entrevistó en Londres con un viejo contacto del mundo del espionaje, un italiano identificado como Mario Scaramela, que le había ofrecido información sobre el asesinato, el 7 de octubre, de la periodista rusa Anna Politkóvskaya.

Se citaron en Picadilly Circus, en el centro turístico de la capital británica, y caminaron hasta un cercano restaurante japonés. Pidieron comida sushi aunque el italiano no probó ni un bocado de su plato. El ex espía ruso enfermó dos horas después y a los tres días fue hospitalizado. "Probablemente pensaron que moriría de fallo cardiaco en tres días. Me encuentro muy mal. Nunca me he sentido así", explicó Litvinenko a The Sunday Times en declaraciones publicadas ayer.

Litvinenko tuvo tiempo de divulgar algunos detalles sobre el objeto de su encuentro con el presunto espía italiano. "Me dio algunos papeles que contenían nombres. Nombres quizá de los que pueden estar involucrados en el asesinato de Politkóvskaya", contó el ex agente ruso a la cadena británica BBC la semana pasada.

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"En función de estos documentos", dijo a la agencia de noticias por Internet Chechenpress, que ayer reprodujo la edición dominical de The Independent, "las pistas del asesinato de Politkóvskaya conducen al SFS ruso".

Fuentes consultadas por los medios británicos relacionan la sospechosa enfermedad de Litvinenko con una represalia de sus antiguos socios en los servicios secretos.

Asesinato por encargo

Querían matarle en venganza por su traición, al huir de Rusia en 2000 tras insinuar, dos años antes, que sus jefes en el servicio de espionaje le habían ordenado asesinar al oligarca Borís Berezovsky.

Crítico con la gestión del presidente Vladímir Putin en Chechenia, el ex agente también acusa al SFS, en su libro Blowing up Russia: terror from within (Dinamitando Rusia: el terror desde dentrio), de coordinar el mortal atentado con bombas contra un bloque de pisos en septiembre de 1999 que las autoridades rusas atribuyeron a disidentes de la ex república soviética. Putin acababa de ser nombrado primer ministro en aquella época después de ser director del SFS.

El agente ruso tiene "un 50% de probabilidades", según sus médicos, de salir con vida de este envenenamiento y presunto intento de asesinato.

Los especialistas en toxicología apuntan que el talio afecta al corazón y que una pequeña dosis es capaz de matar a un ser humano. De acuerdo con The Sunday Times, el ex coronel ruso sufre complicaciones en el hígado, tiene dañada la médula ósea y su sistema inmune no responde. Se le cae el pelo y está constantemente vomitando.

"Tiene un aspecto horrible. Parece un fantasma. Ha perdido casi todo el pelo. No come desde hace 18 días. Hace un mes estaba en forma y ahora parece un viejo. Pienso que esto es obra del servicio secreto ruso", explicó a la BBC su amigo Alex Goldfarb tras visitarle. La gravedad del caso llevó a los médicos a trasladar a Litvinenko de un hospital local en el norte de Londres al centro sanitario especializado University College Hospital.

Scotland Yard confirmó ayer que la investigación sigue en marcha, sin que se haya detenido a nadie por el momento.

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