Cómplices del feminismo
Hombres que luchan por la igualdad de género se manifestarán hoy en Sevilla contra la violencia machista
Dijo Antonio García que "cada hombre es una revolución interior pendiente". Y Chema Espada contó que se acercó al feminismo en la universidad, tal vez para sacudirse las telarañas legadas por una padre autoritario y machista. Y el psicoterapeuta húngaro Péter Szil sostuvo que los hombres necesitan políticas y recursos "para abdicar de sus privilegios". Y Luis Bonino, el psiquiatra que lleva décadas indagando en la masculinidad, confesó que a veces le avergüenza descubrirse en la vida cotidiana "micromachismos". Y Bernat Escudero, recién llegado de Barcelona, relató que el taxista que le recogió en el aeropuerto sevillano de San Pablo le replicó que no sabía "lo que significaba igualdad de género".
Son fogonazos verbales extraídos de lo manifestado ayer en la segunda Jornada de Política de Igualdad de Género para Hombres, organizada por la Diputación de Sevilla. García, Espada, Szil, Bonino y Escudero son también fogonazos, rarezas en el universo dominante que cree que la masculinidad está ligada a la testosterona.
En distintos momentos, los cinco han dado el paso de implicarse de forma activa en la lucha contra la discriminación de las mujeres, aunque lo hagan desde distinta perspectiva, como le ocurre al psicoterapeuta Péter Szil y al presidente de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), Antonio García. Szil sostiene que "todos" los hombres se benefician de la violencia y que tal vez no merece la pena "invertir energías en hablar de nuevas masculinidades". García aboga por una batalla "en positivo", por construir una nueva identidad masculina que rompa con el rol tradicional.
Los movimientos de hombres igualitarios no son nuevos -en España nacieron en 1985 con grupos en Valencia y Sevilla- pero avanzan lentamente como una minoría silenciosa que raramente sale a la luz. Sin embargo, en casi todas las capitales andaluzas funcionan grupos de hombres a quienes les incomoda el corsé clásico que rodea a la masculinidad.
La creación de AHIGE en 2000 en Málaga también ha supuesto un paso adelante para visibilizar a quienes tratan de construir otra identidad y trabajan codo a codo contra la discriminación de las mujeres. "Otra forma de ser hombre es posible", dicen en AHIGE, parafraseando el lema elegido por los movimientos sociales que luchan por una globalización económica más justa.
La organización de la jornada de ayer por la Diputación de Sevilla, una de las instituciones públicas pioneras a nivel estatal en las políticas de igualdad que contemplen acciones concretas para hombres junto al Ayuntamiento de Jerez (Cádiz), también facilita que el movimiento salga del anonimato. Porque son pocos, pero existen. Y van a más.
La jornada del año pasado, que también coordinó el técnico del programa de hombres por la igualdad de la Diputación sevillana, Hilario Sáez, contó con menos asistentes y menos respaldo institucional. Ayer, la secretaria de Estado de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, no dudó en desplazarse a Sevilla para arropar la clausura de la jornada.
El encuentro continuará hoy con un carácter más práctico a través de talleres en la Diputación, sobre corresponsabilidad doméstica y cuidados, nuevas masculinidades y relaciones intergéneros y sensibilización sobre violencia machista con perspectiva de género masculina. El corolario será, a las 20.00, la manifestación de hombres contra la violencia hacia las mujeres que partirá de la Diputación. Su lema es "El silencio nos hace cómplices".
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