"El fundamentalismo islámico y la inmigración amenazan Europa"
Filip Dewinter, líder del Vlaams Belang (Interés Flamenco), el partido de ultraderecha que en las elecciones municipales belgas del pasado domingo vio reforzados sus apoyos en las urnas, es un político joven (Brujas, 1962), dinámico, buen orador y muy carismático, tal vez la cara más amable de los extremistas que con un discurso xenófobo y secesionista ha conquistado los votos de amplísimas capas de la población. Dewinter no consiguió el domingo arrancarle la alcaldía de Amberes a los socialistas, pero también en esta ciudad, la segunda de Bélgica, ha incrementado sus apoyos (un 33,5% de votos). El líder ultraderechista explica a EL PAÍS, en una entrevista telefónica, que ahora trata de convencer a algunos alcaldes dubitativos en Flandes para que rompan el llamado cordón sanitario por el que el resto de las formaciones belgas acordó a principios de los noventa no coaligarse bajo ningún concepto con la extrema derecha.
"La gente no es racista, lo que pasa es que está harta de que lleguen tantos de fuera de Europa"
"Los musulmanes que vienen tienen que adaptarse a nuestros valores o regresar a sus países"
Pregunta. Ustedes han centrado su campaña en la seguridad y la inmigración, y parece que han logrado conectar con las inquietudes de los votantes. La clase política les acusa de racistas.
Respuesta. La gente no es racista, lo que pasa es que está harta de tantos inmigrantes. Están hartos de que venga tanta gente de fuera de Europa, de los inmigrantes clandestinos, de los refugiados políticos... La gente quiere leyes más duras, como las de Holanda, Suiza o Austria. Hoy en día, la manera más fácil de llegar a Europa es a través de Bélgica. Aquí tenemos leyes muy permisivas con los inmigrantes. Hace falta firmar un pacto para frenar la inmigración, para decir basta a la inmigración.
P. A ustedes les preocupa sobre todo la presencia de población musulmana en Europa.
R. No hay que ser naïf con el islam. El fundamentalismo está amenazando a Europa. Y no hablo sólo del terrorismo, sino también de la inmigración masiva. Los inmigrantes musulmanes que vienen tienen que adaptarse a nuestros valores o volverse a sus países.
P. El gran perdedor de las elecciones ha sido el partido liberal del primer ministro Guy Verhofstadt y la coalición que representa la unidad de Flandes y Valonia. ¿Hasta qué punto este resultado satisface las aspiraciones secesionistas de su partido?
R. Cuando los apoyos a mi partido crecen, eso quiere decir que hay mucha gente que apoya nuestra lucha por la independencia. Después de estas elecciones, hay posibilidades para un Flandes independiente.
P. ¿En qué cambian estas elecciones su proyecto político con vistas a las legislativas de la próxima primavera?
R. Han sido unos resultados electorales muy malos para los liberales y muy buenos para el Vlaams Belang. Si hoy hubiera elecciones generales, el Gobierno las perdería y ganaría la oposición. Es verdad que éstas han sido unas elecciones municipales y que hay que ser prudentes en las interpretaciones, pero está claro que el Vlaams Belang está creciendo. Hemos doblado el número de concejales y crecido en las áreas rurales. Es nuestro mejor resultado hasta la fecha, así que estamos más que preparados para las legislativas.
P. Pero los socialistas les han desbancado en Amberes y han pasado a ser la fuerza más votada en el bastión de su partido.
R. No hemos perdido Amberes. Hemos mantenido nuestros apoyos y ganado medio punto porcentual. Es verdad que los socialistas nos han superado, pero los votos se los han robado a los liberales.
P. Algunos alcaldes amenazaron con romper el cordón sanitario después de estas elecciones...
R. Es muy difícil de romper. Las direcciones de los partidos ejercen mucha presión sobre sus alcaldes para que no lo hagan. Aun así, estamos en conversaciones con algunos alcaldes. El resultado no lo sabremos hasta dentro de unos días.
