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Reportaje:

"Ante la duda, mejor denunciar"

El profesor acusado de obstrucción a la justicia por un caso de dos niños que consumían cocaína sigue dando clase en el mismo colegio

J. A. Aunión

Los escolares del pequeño colegio madrileño en el que estudiaban los dos alumnos que supuestamente habían sufrido malos tratos familiares asistían ayer a clase como todos los días. Un grupo de padres, a la puerta del centro concertado, situado en un barrio a las afueras de la capital, aseguraban que no conocían el asunto o que no se dieron cuenta hasta que ocurrió. El curso pasado, el entonces responsable del centro, F. I. I., trató presuntamente de impedir a una profesora que denunciara los malos tratos que estaban padeciendo dos alumnos, hermanos, de tres y siete años, en su entorno familiar, según las pesquisas judiciales. Los niños llegaron incluso a consumir droga.

El antiguo director está hoy jubilado, y el que era jefe de estudios y que, presuntamente, también intentó impedir la denuncia, ya no ocupa ese cargo, pero continúa como profesor del centro, según una de sus compañeras. L.C, el ex jefe de estudios, fue apoderado de la empresa (es un colegio privado concertado) y F. I. I. fue el administrador. Hoy, sólo hay un administrador, el titular de la compañía, que únicamente dijo a este periódico que "el asunto está en manos de los abogados". La actual directora del colegio también rehusó ayer hacer declaraciones. "No tengo tiempo", dijo.

El informe judicial señala que el ex director amenazó con no renovar el contrato a la profesora que quería denunciar los supuestos malos tratos que sufrían los dos hermanos, que llegaron a acudir al colegio con marcas de quemaduras de cigarro y que incluso consumieron cocaína, droga que solían tener en casa algunos familiares, según el mismo informe. También el ex jefe de estudios intentó que la docente retirara la denuncia y dijera que no sabía "nada de drogas ni de maltrato", dicen las diligencias.

Ahora, mientras la actividad del centro, ubicado en la planta baja de un edificio de viviendas, continúa con normalidad, este caso debe servir de "llamada de atención", según dijo ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado. Ésta considera que este "tremendo" suceso debe servir para que la sociedad y las familias se preocupen por este tema y que el entorno escolar esté especialmente alerta para denunciarlo.

Esta misma llamada de atención la hacía ayer la presidenta de la federación laica de asociaciones de padres de Madrid Giner de los Ríos, Mercedes Díaz. "Ante la duda, es mejor siempre denunciar; está en juego la vida de un niño o una niña", dijo. Díaz también explicó cuál hubiera sido el procedimiento normal: una vez que un docente comunica que los alumnos podrían estar siendo víctimas de maltrato al equipo directivo, éste debería haber informado a su vez a la inspección educativa de La Consejería de Educación y, por otro lado, a los servicios sociales del ayuntamiento.

La Consejería de Educación madrileña no hizo comentarios sobre este caso porque se encuentra bajo secreto de sumario. Diversos expertos aseguran que no es probable que se suspenda el concierto con este colegio por lo sucedido. El ex director y el ex jefe de estudios se enfrentan a una posible pena de prisión de uno a cuatro años por obstrucción a la justicia.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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