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El grupo Oregon funde música jazz y naturaleza en el Museo Chillida-Leku

"El jazz no es un estilo que me guste especialmente, pero tirarte aquí descalzo en plena naturaleza a escuchar lo que sea me parece un lujo. Por eso he venido". Alfonso visitó por primera vez el Museo Chillida-Leku en 2005, el día que Kenny Barron tocaba en el marco del Festival de Jazz de San Sebastián. Vivió tan intensamente aquella experiencia que ayer decidió repetir con su novia y asistir al concierto de Oregon, un grupo de jazz con influencias de muy diversas tradiciones.

Como él, otras seiscientas personas, según fuentes del museo, secundaron esta propuesta del Jazzaldia, que supuso una comunión casi perfecta entre música y naturaleza, sólo rota unos minutos por el vuelo de un helicóptero militar. A ratos, el sonido de las hojas de los árboles acompañaba la interpretación de Paul McCandless, Ralph Towner, Glen Moore y Mark Walker, que abordaron fundamentalmente temas de su último disco. Sentados en la hierba, familias, aficionados al jazz y turistas que habían pagado la entrada al museo y se encontraron con que el precio incluía el concierto. "Ha sido una grata sorpresa. Me parece un sitio fantástico para escuchar música. Se crea una comunicación muy especial entre los músicos y el público", señaló Sergio, un catalán.

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