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Entrevista:Estrategias - Centro Tecnológico de Monterrey | RAFAEL RANGEL

"Beneficio sí, pero también responsabilidad social"

El Centro Tecnológico de Monterrey (México) mezcla la alta tecnología con la educación de los humildes. Es una institución universitaria privada sin ánimo de lucro e independiente que se fundó hace 63 años. Cuando en 1985 Rafael Rangel (Parral, 1941) fue nombrado rector, tenía 23 campus y 32.000 alumnos. Ahora tiene 33 campus y 110.000 alumnos. Rangel presidió la comisión del área educativa en el equipo de transición del presidente de México, Vicente Fox, y acaba de recibir en Madrid la medalla del Instituto de Empresa por su trayectoria profesional.

Pregunta. ¿Qué vínculos establece su institución con las empresas?

Respuesta. Nosotros pretendemos el desarrollo de México. Para ello, nos concentramos en incrementar el valor añadido de la economía. Tenemos diferentes proyectos, como incubadoras de empresas, donde ponemos a disposición de las compañías una gran cantidad de profesionales para que les asesoren. Pero nos interesa toda la sociedad, no sólo las empresas. Por ejemplo, tenemos alumnos que ejercen de profesores de familias humildes en las regiones marginales. Esto también nos sirve para encontrar alumnos brillantes en estas zonas. Creemos que la universidad debe preocuparse tanto por el que va delante como por el rezagado. De lo contrario se va a producir un problema en la economía. La diferencia de ingresos es uno de los grandes problemas de México, junto a la educación.

"Creemos que la universidad debe preocuparse por el que va delante y por el rezagado. Si no se va a producir un problema en la economía"

P. ¿Cree en la responsabilidad social de la empresa?

R. Si no hay inversión social, la empresa va a tener un problema. Ganancias sí, pero también un sentido social. Se debe cumplir la función de crear riqueza pero también de cuidar el medioambiente, preocuparse por los trabajadores... Nosotros tenemos universidades corporativas para que todos los trabajadores tengan la primaria terminada. No es paternalismo, es responsabilidad.

P. ¿Cómo se financian?

R. Somos autónomos, no recibimos fondos públicos. Tenemos una lotería que el Gobierno nos permite gestionar. También nos financiamos con las matrículas y con donativos altruistas de las empresas. Éstas nos ayudan de forma muy importante, y no condicionan las aportaciones.

P. ¿Nota diferencias a ese respecto con España?

R. Sí, aquí siempre te piden algo a cambio. Se te quedan mirando con cara rara si le dices que es a fondo perdido.

P. ¿Tienen vínculos con universidades españolas?

R. Tenemos relación con la universidad de Comillas, la Autónoma y la Complutense en Madrid. También con la Autónoma y la Politécnica de Barcelona, entre otras. Nos combinamos bien en algunas áreas como en Humanidades, donde en España faltan alumnos y en México profesores.

P. ¿Piensan continuar expandiéndose en el futuro?

R. No, todo lo contrario. Vamos a reducir el tamaño y a ser más selectivos. Se va a reducir el número de alumnos, subiremos el estándar y luego volveremos a crecer, pero con alumnos excelentes. Hoy por hoy rechazamos el 42% de los alumnos. Luego potenciaremos una universidad para estudiantes que combinen los estudios con un trabajo.

P. ¿Es necesario el elitismo para que haya educación de calidad?

R. Tenemos que seleccionar a los mejores para tener un equipo de fútbol ganador. Pero eso no quiere decir que el resto de la sociedad no pueda jugar al fútbol. Hay que dar a todos la oportunidad, pero debe de haber una élite que mueva al país. Todos los demás deben de tener una educación correcta y adecuada. Los estándares académicos son muy importantes y no hay que quitarlos, sino subirlos.

P. ¿No existe el riesgo de perpetuar las diferencias sociales?

R. Hay que tener mucho cuidado con eso. Es un problema que hay que arreglar. Pero si la familia no tiene el acceso a la cultura, no se deben bajar los estándares sino elevar la cultura de los más desfavorecidos. Pero es importante mantener los modelos para el que va rezagado. Que haya uno por delante en quien fijarse.

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