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Cumbre UE-Latinoamérica

Morales rectifica sus críticas y encauza el diálogo con Zapatero sobre los hidrocarburos

Los dos mandatarios rebajan la tensión entre ambos países en 45 minutos de entrevista

La tensión con Bolivia por la nacionalización de sus hidrocarburos quedó superada ayer, después de que el presidente boliviano, Evo Morales, rectificara sus críticas del jueves a la ayuda española y aceptara por escrito los requisitos del Gobierno de España para que la negociación con Repsol-YPF se considere encauzada. El gesto del presidente Morales liquidó las reticencias del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a entrevistarse con él formalmente, y ambos líderes conversaron durante 45 minutos. Zapatero dijo luego que el proceso ya está en marcha.

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"Ha sido un encuentro positivo, sincero y clarificador, en el que ha quedado claro que el futuro de las empresas españolas tiene que pasar por una relación bilateral y una negociación a fondo bajo un principio que responde a la lógica de las cosas: Bolivia tiene derecho a tener una política de sus recursos energéticos, pero para que sea buena tiene que reconocer que la inversión debe tener una rentabilidad razonable", declaró Zapatero. "Esto debe implicar un diálogo, sin que se adopten medidas", añadió.

Morales manifestó, por su parte, que "el diálogo siempre estará abierto", que "Repsol seguirá siendo socio, pero no dueño" de los recursos naturales de Bolivia, y expresó su "respeto y admiración hacia el presidente Rodríguez Zapatero", que, según el boliviano, en la entrevista declaró su "respeto" por los pueblos indígenas, reiteró su "deseo de ayudar a resolver los problemas sociales" del país andino y "reafirmó" su oferta de condonar la deuda boliviana.

La clave del cambio de clima, y del formato de una entrevista que la víspera estaba planteada como un simple saludo en algún pasillo de la IV Cumbre Europa-América Latina, reside, sin embargo, fuera de este encuentro. Se halla, según subrayó el propio Zapatero, en una carta remitida el jueves por el presidente boliviano, que ayer se quejó públicamente de que se entiende mejor con el presidente español que con "su entorno".

La misiva de Evo Morales respondía positivamente a otra que el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, le envió el pasado 8 de mayo para fijar los requisitos españoles a la negociación sobre el futuro de Repsol en Bolivia, y también, de forma muy concreta, al malestar que causaron en Madrid las declaraciones del miércoles en las que Morales afirmó que España no está cumpliendo sus promesas de cooperación y condonación de la deuda de Bolivia.

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El incidente, que sin duda suscitó gestiones directas de la diplomacia española, precipitó una respuesta boliviana, que no se esperaba. El propio Zapatero comentó el miércoles en Madrid, en rueda de prensa conjunta con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que si no tenía intención de entrevistarse en profundidad con Morales en Viena era en buena medida porque había que encauzar la negociación sobre los hidrocarburos, "y eso", dijo, "va a llevar tiempo".

El mismo jueves por la noche, durante la cena oficial, Moratinos recibió, sin embargo, la respuesta boliviana que encauza definitivamente el tema. Le llegó en borrador, según fuentes gubernamentales, para que la parte española diera su opinión sobre el documento antes de que el presidente boliviano lo firmara.

La carta de Morales a Moratinos incluye un párrafo que alude directamente al incidente del día, sus propias críticas a la ayuda española, que catalizó la respuesta. "Queremos expresarle que nunca acusamos al Gobierno de España de incumplir sus compromisos con Bolivia, como señalan algunas notas de prensa, y que lo manifestado por mi persona estuvo en el marco de la esperanza que los ofrecimientos de vuestro Gobierno puedan ser una pronta realidad", se lee en la nota.

Dos requisitos

Esta rectificación viene enmarcada en la aceptación por Bolivia de uno de los dos requisitos para la negociación fijados por Moratinos en su carta, el de "la discreción", por el que la negociación "deberá llevarse a cabo evitando declaraciones públicas que puedan ser utilizadas en contra de los intereses de las partes".

El otro requisito, aceptado también por el presidente boliviano, es la bilateralidad, es decir, que la negociación sobre Repsol-YPF se desarrolle sin "decisiones unilaterales" y al margen de las empresas brasileñas o británicas, y que el Gobierno español participe paralelamente en ese diálogo con las autoridades de La Paz. Moratinos pidió incluso la designación de interlocutores respectivos, y Morales prometió en su carta de ayer comunicar "próximamente" la identidad de la persona de contacto de su país.

El ministro español valoró en su misiva como "muy relevantes" las garantías de seguridad jurídica dadas por el Gobierno boliviano y expresó por escrito "el respeto", ya expresado, que el Gobierno español otorga a todas aquellas decisiones políticas adoptadas por gobiernos soberanos y democráticamente elegidos.

José Luis Rodríguez Zapatero y Evo Morales, durante la cumbre de Viena.
José Luis Rodríguez Zapatero y Evo Morales, durante la cumbre de Viena.EFE

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