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La fiscalía pide dos años de cárcel para un 'mosso' que mató a un marroquí en un forcejeo

El agente llevaba la pistola sin seguro en una operación antidroga que acabó archivada

El fiscal solicita dos años de prisión para un cabo de los Mossos d'Esquadra por un delito de homicidio imprudente supuestamente cometido durante una operación antidroga, cuando se le disparó el arma y mató a un sospechoso. Los hechos sucedieron en el domicilio de la víctima, donde había entrado el cabo esgrimiendo su pistola sin seguro. Uno de los sospechosos forcejeó con él y el arma se disparó, pues el agente nunca llegó a soltarla. Año y medio después de los hechos, el supuesto delito de tráfico de drogas que se investigaba se archivó por orden judicial.

El escrito de acusación de la fiscalía solicita también que se prive al cabo, David Gracia González, durante cuatro años de llevar armas y que sea inahilitado durante este tiempo para ejercer como policía. Además, el fiscal pide que el policía indemnice con 99.306 euros a la viuda y con 41.376 euros a cada una de sus dos hijas, que tenían dos años y cuatro meses cuando falleció su padre.

Finalmente, la fiscalía solicita que se declare la responsabilidad civil subsidiaria de la Generalitat. Hace unos días, el Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Coloma de Gramenet, que es el que investigó los hechos, solicitó al agente y a la Administración autonómica que depositaran 600.000 euros de fianza en concepto de responsabilidad civil.

Policías y sospechosos

Los hechos ocurrieron la mañana del 27 de mayo de 2004 en un domicilio de Santa Coloma de Gramenet, cuando el cabo y un sargento encabezaban una operación de la que formaban parte otros siete agentes más, acompañados por una secretaria judicial que debía certificar la entrada en la vivienda.

El fiscal asegura que el cabo de los Mossos d'Esquadra llevaba la pistola sin el correspondiente seguro a pesar de que no constaba la "específica peligrosidad de ninguno de los habitantes de la vivienda", que no era otra cosa que un piso patera en el que vivían ocho marroquíes. Al pasar por una de las habitaciones, David Gracia se detuvo frente a Farid Ben Daoud, uno de los ocupantes, quien estaba adormecido y desoyó los gritos de "¡alto, policía!" y "¡al suelo!". No sólo eso, sino que cogió la mano del agente en la que éste llevaba la pistola y ambos cayeron sobre la cama. El policía no soltó el arma y ésta se disparó. La bala impactó en la base del cráneo del marroquí, que murió al instante.

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La familia de la víctima ejerce la acusación particular en el caso representada por el abogado Jaume Asens, del Colectivo Layret, y solicita una pena de cuatro años de cárcel para el mosso por el delito de homicidio imprudente. El abogado asegura que la policía autonómica "no valoró como debía las circunstancias de la operación porque les faltó información y se hicieron una idea muy equivocada de la realidad".

La Generalitat, por su parte, ha solicitado em varias ocasiones el archivo de las diligencias argumentando que el cabo obedecía órdenes y que su actuación no es reprochable. Frente a ese argumento, el juez instructor recuerda que la decisión de no poner seguro a la pistola la adopta el policía y señala también que los Mossos pensaban que en el piso vivían cuatro personas, y no ocho, y que entraron a oscuras, ayudados por unas linternas. Es decir, que su actuación no fue "especialmente diligente".

El pasado mes de diciembre, los marroquíes fueron exculpados de traficar con droga, delito del que les acusaban los Mossos, de los que dice el juez que actuaron sin tener "una mínima certeza" sobre la peligrosidad de los sospechosos.

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