Las multas a dos barcas de Sant Carles provoca un paro de pescadores
Unas 300 barcas de la flota pesquera de Tarragona (Tarragonès), del puerto de Vilanova i la Geltrú (Garraf) y también de los puertos valencianos de Vinaròs y Castelló, se quedaron ayer amarradas sin salir a faenar como protesta por el endurecimiento de las sanciones que ha impulsado el Ministerio de Agricultura y Pesca. Dos barcas de Sant Carles de la Ràpita (Montsià) han sido multadas por pescar en caladores prohibidos con unos 3.000 euros, cantidad que los patrones deben depositar como fianza si quieren volver a salir a la mar. "Antes te levantaban acta, tu recurrías y mientras tanto podías seguir trabajando", dijo ayer el presidente de la cofradía de Tarragona, Esteve Ortiz.
Un barco de la Armada, el Alborán, se encarga de patrullar las costas. Ortiz lo considera una "intimidación" y una "represalia" por la última huelga de pescadores por el precio del gasóleo.
