_
_
_
_
_
Reportaje:

Una ofensa manipulada

Apenas unos cientos de iraníes protestan contra las viñetas de Mahoma en un conflicto instrumentalizado por el Gobierno

Ángeles Espinosa

Dos centenares de activistas volvieron a protestar ayer ante la Embajada de Dinamarca en Teherán por las caricaturas de Mahoma. El incidente puso de relieve tanto la instrumentalización política del caso como lo limitado de su efecto. No ha habido manifestaciones multitudinarias, lo que no quiere decir que los iraníes, como el resto de los musulmanes, no estén gravemente ofendidos con unas viñetas que califican de blasfemas. Un diario iraní quiere caricaturizar el Holocausto como respuesta.

"¡Abajo Estados Unidos! ¡Abajo Dinamarca! ¡Abajo Israel!", coreaban los manifestantes, en su mayoría jóvenes de la milicia de voluntarios basiyis (los que guardan el espíritu de la revolución). Mientras algunos lanzaban piedras y bombas incendiarias, un pequeño grupo logró colarse en el recinto diplomático. La policía procedió a desalojarlos y a dispersar la concentración. Otro centenar de manifestantes tiró piedras anoche contra la Embajada noruega.

Más información
Al menos cuatro muertos en una nueva protesta en Afganistán contra las caricaturas de Mahoma

"Son sólo unos pocos, no nos representan", se sintió obligado a aclarar un transeúnte. "Los iraníes no tenemos nada contra los europeos", añadió. ¿No les han molestado las caricaturas? "Sí, son muy ofensivas y demuestran gran falta de sensibilidad, pero las diferencias no se resuelven así", respondió señalando a los manifestantes.

En las calles de Teherán no se percibe hostilidad hacia los occidentales, y la gente no saca el tema si no se le pregunta. "Son una blasfemia", responde más triste que dolido un estudiante que se declara chií practicante, pero al que no se le ha pasado por la cabeza tirar piedras a ninguna embajada. "Eso son cosas del Gobierno", asegura antes de preguntar si en Europa "también publicarían caricaturas ofensivas de Jesucristo".

Existe una gran dificultad entre los musulmanes para entender el laicismo de Europa. Muchos de los argumentos tienen que ver con su respeto hacia los cristianos. "Jesucristo es uno de nuestros profetas", suelen recordar. Aunque los iraníes hacen chistes y caricaturas de sus clérigos, consideran sagrados a los profetas y los imanes.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los gobernantes politizan esos sentimientos. "Es una conspiración de los sionistas para provocar una confrontación entre musulmanes y cristianos", aseguró ayer el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, codificando la postura oficial. Para Jamenei, la reproducción de los dibujos "se explica por la derrota que les ha infligido Hamás al ganar las elecciones", pese a que las caricaturas se publicaron por primera vez en septiembre y las elecciones palestinas fueron el 25 de enero. El ex presidente Hachemí Rafsanyani, uno de los dirigentes más influyentes, consideró la publicación como un "complot del mundo occidental contra el islam".

El régimen iraní tiene extremo cuidado de hablar de sionistas, y no de judíos, lo que remite automáticamente a la ocupación de los territorios palestinos. En esa cuestión, los musulmanes, sea cual sea su religiosidad y opción política, se muestran unánimes en denunciar un doble rasero occidental.

Ese contexto ha alentado la idea del diario Hamshari de lanzar un concurso de caricaturas sobre el Holocausto para ver si "Occidente extiende la libertad de expresión a ese suceso, o sólo al insulto de las santidades religiosas". Ese popular periódico es propiedad del Ayuntamiento de Teherán, controlado por políticos afines al presidente, Mahmud Ahmadineyad, quien hace meses dijo que el Holocausto era "un mito" y que Israel "debería ser borrado del mapa".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_