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Dos soldados egipcios mueren en enfrentamientos con palestinos

La anarquía en la franja de Gaza rompe fronteras y ayer cerca de 50 milicianos palestinos demolieron una parte del muro fronterizo que les separa de Egipto. Mientras la policía palestina brillaba por su ausencia, los agentes egipcios dispararon al aire para evitar la entrada en su territorio de los activistas de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, la facción armada identificada con el principal movimiento palestino, el oficialista Al Fatah. El enfrentamiento provocó la muerte de dos soldados egipcios y otros 10 resultaron heridos, según admitieron fuentes palestinas.

La detención anteayer de uno de los líderes de las Brigadas, Ala Al-Hams, sospechoso de planear y participar en el secuestro de tres ciudadanos británicos el pasado 28 de diciembre, fue la mecha que encendió la cadena de protestas. Sus primeras medidas fueron ocupar varios edificios gubernamentales en el sur de la franja, activar una carga explosiva y bloquear los accesos a la terminal fronteriza de Rafah, además de amenazar con boicotear las elecciones al Parlamento, previstas para el 25 de enero. Incluso irrumpieron, fusil en mano, en una comisaría pensando, equivocadamente, que allí estaba retenido su compañero.

Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), muy criticadas por su pasividad, decidieron esta vez no ceder y mantuvieron en prisión a Al-Hams. El Ministerio de Interior anunció que tomará "todas las medidas necesarias para atajar los secuestros a ciudadanos occidentales".

Enojados y, sobre todo, sorprendidos por la respuesta de la ANP, los milicianos decidieron "ir a por todas", en palabras de uno de ellos. Se acercaron a la zona colindante con el Sinaí egipcio, robaron una excavadora, propiedad del municipio de Rafah, y empezaron a agujerear el muro fronterizo con Egipto. Los activistas, jaleados por la multitud, echaron abajo una pequeña parte de la muralla y amenazaron con más acciones radicales. Unos 300 palestinos aprovecharon ese agujero para infiltrarse en Egipto que respondió con el envío a esa zona de 3.000 agentes de la guardia fronteriza.

Observadores europeos

Todo ello a únicamente tres kilómetros del paso fronterizo de Rafah, donde están apostados varias decenas de observadores europeos. El portavoz de la misión de la Unión Europea, el español Julio de la Guardia, aseguró ayer que "pese a estos hechos, no hubo alteraciones en el normal funcionamiento de la terminal".

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El Gobierno israelí sigue de cerca la anarquía en la que vive instalada la ANP y ayer reaccionó a los incidentes en la frontera entre Egipto y la franja de Gaza. El ministro de Defensa, Saul Mofaz, llamó por teléfono a personalidades norteamericanas, palestinas y egipcias para lanzar una amenaza: "Vemos con mucha preocupación la ausencia de control de los palestinos en la línea fronteriza con Egipto. Si no consiguen acabar con esta anarquía y descontrol, nos veremos obligados a cerrar el paso de Rafah".

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