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Azkuna suspende las World Series por el alto coste y las molestias

"El gasto es más de lo que se me había dicho", señala el alcalde

No hubo sorpresa y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, anunció ayer la suspensión de la prueba automovilística World Series, prevista para el próximo julio en la capital vizcaína. Tras el rechazo mostrado por la mayoría de los partidos municipales, incluidos los dos socios de gobierno del PNV -Ezker Batua y EA-, la anulación de la carrera era la principal opción. "Sin consenso no puede haber competición. Sin consenso no hay World Series", fueron las primeras palabras de Azkuna ante la prensa. El alcalde compareció en solitario, aunque entre los periodistas había tres concejales de su partido, el PNV. Directamente apuntó al elevado gasto y a las molestias vecinales como las principales razones de que la carrera no se celebre los dos próximos años, como se había comprometido con los organizadores de una carrera presentada como la antesala de la fórmula 1.

La celebración de una primera y única edición, entre el 15 y 17 de julio pasados, ha supuesto un déficit de 8 millones de euros, que serán costeados a partes iguales entre la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento. La organización sólo pudo recaudar 2,2 millones por la venta de entradas y patrocinios. "El gasto es importante. Es más de lo que pensábamos y de lo que se me había dicho a mí", explicó Azkuna.

El alcalde bilbaíno admitió las molestias generadas a los vecinos por el ruido y los problemas de movilidad -el montaje y desmontaje del circuito se prolongó dos meses- y agradeció a los residentes que "no se hayan quejado demasiado".

El alcalde dijo que los argumentos del elevado coste y las molestias a los vecinos son suficientes, porque, en caso de que se continuase con la prueba, cualquier tipo de accidente o percance hubiera tenido una consecuencia "tremenda". "Aquello hubiera sido una jaula de grillos, con unos diciendo 'ya lo decía yo'". Pese a ello, realizó un balance positivo del evento al estimar que había colocado el nombre de Bilbao "en un sitio importante en el mundo".

Azkuna recordó que la decisión de celebrar la carrera fue adoptada por unanimidad en un pleno municipal. Pero en el cambio de postura de todos los partidos, salvo el PNV y el PP, sólo tuvo palabras críticas para el PSE, la primera formación en desmarcarse. "Tiene una parte de responsabilidad. Evidentemente, ha roto el consenso", apuntó. A su juicio, los socialistas debían haber esperado a la comisión municipal, celebrada la pasada semana, para expresar su postura junto al resto de los partidos.

Azkuna se mostró especialmente dolido con las consideraciones de los socialistas sobre la prueba. "¿Quién va a pedir dinero a un sponsor nacional cuando el partido que gobierna en España dice que la carrera es un fraude y un despilfarro?". Atribuyó el desmarque del PSE a "razones electoralistas" y enfatizó que, al día siguiente de la celebración de la prueba, "la plana mayor" socialista dijo "que fue un éxito". Sugirió que a partir de ahora será reticente a buscar la colaboración de este grupo. "Con determinada gente no se puede ir a muchos sitios", afirmó.

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El alcalde apenas habló del desmarque de sus dos socios de gobierno (EA y EB) e incluso justificó su postura por los problemas internos de alguno de ellos para apoyar la celebración de las World Series by Renault.

Admitió que, con la decisión de la anulación, el Ayuntamiento bilbaíno "puede perder cierta credibilidad" para organizar eventos, pero anunció que el consistorio trabaja en otro tipo de actos internacionales para que se celebren anualmente en julio. "Hay que apostar por eventos internacionales que atraigan a gente a Bilbao".

El portavoz del PSE en Bilbao, Txema Oleaga, aseguró que los responsables municipales saben que la prueba "ha costado mucho más" y calificó de "absurda" la responsabilidad atribuida en los socialistas, porque si la carrera "hubiese sido tan buena, el patrocinio privado se hubiese decantado de una manera más clara". Oleaga considera demostrado que la iniciativa "no ha tenido rentabilidad social ni económica para Bilbao".

"Si podemos, no pagaremos nada"

Iñaki Azkuna aseguró que el Ayuntamiento intentará evitar el pago de la indemnización de 150.000 euros contemplada en el contrato con los organizadores en caso de suspensión de alguna de las tres ediciones previstas. "Si podemos, no pagaremos nada. Pero, si hay que pagar, nos haremos cargo". Tanto la Diputación como el consistorio bilbaíno no han terminado de abonar los 10,2 millones del coste de la prueba.

La sociedad Bilbao Urban Circuit, formada por ambas instituciones para la ocasión, había consignado, a efectos contables, que 2,4 millones apareciesen en los dos siguientes ejercicios, aunque se iban a abonar en los próximos meses. Con ello, el presupuesto actual, en lo que se refiere a contabilidad, se reducía a 7,8 millones de euros. Un portavoz municipal afirmó que esta sociedad se disolverá próximamente, pero agregó que no supondrá ningún coste, al estar formada por personal de las dos instituciones.

Mientras, el promotor de la carrera, Jaime Alguersuari opinó ayer que "los contratos están para cumplirse" y que la suspensión llega cuando el calendario estaba ya fijado. "Afortunadamente hay lista de espera" para acoger la prueba, agregó. La Diputación de Vizcaya mostró su apoyo a Azkuna y atribuyó la anulación a "intereses políticos cortoplacistas, legítimos pero no compartibles". Agregó que trabajará "codo con codo" con el consistorio bilbaíno para apoyar eventos que supongan un "impulso internacional" de Bilbao y Vizcaya.

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