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Gallardón amenaza con precintar la discoteca Alcalá 20 si abre sin licencia

"Estará fuera de la ley", advierte el alcalde a los propietarios

"La discoteca Alcalá 20 no abrirá mientras no tenga licencia. Y, si lo hace, estará fuera de la ley". El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, zanjó así ayer el conflicto que sostienen los nuevos dueños de la sala de fiestas -que ardió hace 22 años provocando 81 muertos- con la Junta de Centro, que tiene dudas sobre su seguridad y se niega a dar aún la licencia de apertura. Los responsables de la discoteca alegan que llevan cinco meses esperando ese permiso. Centro amenaza con precintar la sala si abre el próximo día 1.

"Las licencias de funcionamiento las dan las juntas de distrito. Si el concejal de Centro [Luis Asúa] cree que esa sala no cumple los requisitos, no se concederá la licencia. Y si la discoteca abre sin licencia estará fuera de la ley", afirmó ayer Ruiz-Gallardón. El alcalde quitó importancia al hecho de que Protección Civil haya elaborado un informe certificando lo que los dueños del local califican como "el sistema de seguridad y antiincendios más avanzado y exigente de todo Madrid". "Ningún informe obliga a la junta a conceder una licencia", insistió.

Asúa explicó más tarde por qué aún no ha concedido esa última licencia, la de apertura, que la empresa fSmgroup pidió el pasado julio tras lograr la licencia de actividad en 2003 y pasar dos años rehabilitando el local. "El informe de Protección Civil nos llegó hace 15 días, y tenemos fundadas dudas sobre alguno de sus aspectos en lo referente a la seguridad. Mientras no lo veamos claro no daremos la licencia, máxime con los antecedentes que tiene esa discoteca", afirmó el concejal.

Los recelos de Asúa son básicamente dos. En primer lugar, "los cuartos de baño están en un sótano, a más de cinco metros de la salida de emergencia más próxima, cuando la normativa establece que ninguna zona estancial debe estar a más de cuatro metros. Los propietarios alegan que ese sótano no es zona estancial sino de tránsito, pero a nosotros nos parece que eso es dudoso", argumenta.

En segundo lugar, dos de las tres salidas, aunque parten de puntos distintos de la sala, confluyen en el mismo: la salida principal a la calle de Alcalá. "Si se declarase un incendio en esa zona y quedaran inutilizadas esas dos puertas, todo el mundo tendría que salir por la tercera, y ésta creemos que no es suficientemente ancha", prosigue Asúa.

El concejal de Centro niega que esté retrasando ese último trámite necesario para reabrir la discoteca Alcalá 20. "La mayoría de las licencias de funcionamiento tardan varios meses en concederse. Hay que hacer muchas comprobaciones. De hecho, yo diría que ésta ha ido especialmente rápida", dice.

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El artículo 59 de la ordenanza de Tramitación de Licencias establece que, si a los dos meses de haber solicitado un permiso de apertura el Ayuntamiento no ha contestado ni enviado un inspector, la licencia "quedará automáticamente concedida por silencio administrativo". "Yo no sé lo que dice la ordenanza, pero da igual, ningún juez nos quitaría la razón si frenamos la apertura de un local por razones de seguridad", asegura Asúa.

Lo que el concejal sí tiene claro es que el local "no puede abrir sin licencia", y que si lo hace él enviará a la Policía Municipal "para que lo precinte". "Al día siguiente o puede que esa misma noche, no lo sé. Pero habrá que precintarlo".

La empresa fSmgroup envió ayer por la tarde un comunicado en el que asegura que "Alcalá 20 no sólo no se sitúa fuera de la ley, sino que se ajusta al estricto cumplimiento de todas las exigencias legales y medidas de seguridad", aunque expresa su "disposición a incorporar cualquier recomendación realizada por la Administración competente".

La discoteca, añade la nota, dispone de un "minucioso y exhaustivo" plan antiincendios, y agrega: "fSmgroup considera que los motivos que mueven a la Junta Municipal a pronunciarse ahora de forma contraria a la licencia no son motivos que se ajusten a la legalidad y fomentan una gran inseguridad jurídica. Decisión que podría dar lugar a eventuales daños y perjuicios. En consecuencia, fSmgroup se considera amparado por la ley para dar inicio a la actividad de la sala".

Respeto a los muertos

Tras subrayar que Alcalá 20 "no abrirá mientras no tenga licencia", Alberto Ruiz-Gallardón quiso dejar claro ayer su "disgusto" ante la decisión de los nuevos dueños del local de volver a ubicar una sala de fiestas en el lugar en el que el 17 de diciembre de 1983 fallecieron abrasadas 81 personas. "Manifiesto mi disgusto por el hecho de que en un espacio de tan dolorosa memoria para los ciudadanos de Madrid se haya mantenido incluso el nombre de Alcalá 20. No es una muestra de respeto hacia las personas que fallecieron como consecuencia de aquel incendio", afirmó con semblante serio.

La empresa fSmgroup, responsable de la sala, respondió con un comunicado en el que señala de forma lacónica que "los criterios sobre ubicación y nombre no son ni jurídicos ni técnicos". "La seguridad no debe residir en el nombre de la sala, sino en si cumple los requisitos", concluye la nota.

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