Un avión indonesio cae sobre una zona residencial de Medan y causa 149 muertos

La lista de siniestros aéreos de las compañías de vuelos baratos volvió a incrementarse ayer al estrellarse un avión de la aerolínea indonesia Mandala. En el accidente murieron 149 personas, de las que casi medio centenar eran vecinos de la zona densamente poblada sobre la que cayó el Boeing 737-200, un minuto después de despegar del aeropuerto de Medan, capital de la provincia indonesia de Sumatra del Norte. Un portavoz de la compañía aseguró que entre los pasajeros y miembros de la tripulación hubo 15 supervivientes, que se encuentran hospitalizados.

El vuelo, destino a Yakarta, despegó del aeropuerto de Medan a las 9.45 (cinco menos en la España peninsular), situado en el centro de la ciudad, con 112 pasajeros y cinco tripulantes a bordo. A 500 metros de la pista de despegue se escuchó, según relataron los supervivientes, un fuerte ruido en uno de los motores y el aparato se estrelló contra las viviendas cercanas, incendiándose y partiéndose en varios trozos.

Un portavoz de Mandala señaló que los supervivientes se encontraban entre los pasajeros que viajaban en la cola del aparato. "El avión acababa de despegar cuando comenzó a vibrar muy fuerte, giró bruscamente hacia la izquierda, se estrelló y una bola de fuego avanzó desde el frente hacia la cola", declaró desde la cama del hospital en el que ha sido internado Rohadi Sitepu a la cadena Metro Television. Sitepu es uno de los cinco pasajeros que se encontraban en la fila 20ª, todos ellos supervivientes de la catástrofe junto con otras diez personas, incluida una niña de 17 meses, que estaban en las filas finales.

El choque y el incendio desatado destruyeron al menos una treintena de casas y otros tantos coches. La fuerte lluvia tropical que cayó en la zona ayudó en las labores de extinción del fuego. "Uno de los vendedores sigue desaparecido. Mis dos hijos menores se encuentran en estado crítico y mi mujer fue operada de urgencia", dijo anoche Daniel, dueño de una tienda de ultramarinos de la que apenas quedaba un motón de escombros. Daniel estaba fuera del establecimiento cuando ocurrió la tragedia.

La agencia de noticias Antara informó de que el morro del aparato tropezó con el tendido eléctrico. Entre los fallecidos en el aparato se encuentran el gobernador de Sumatra del Norte, Rizal Nurdin, el ex gobernador Raja Inal Siregar y dos parlamentarios, quienes se dirigían a Yakarta para reunirse con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, según confirmó el portavoz gubernamental local, Eddy Sofyan. Sofyan anunció que la provincia guardará tres días de luto para honrar a todas las víctimas. El funcionario dijo que se acelerarán las obras del nuevo aeropuerto de Medan, más alejado del centro urbano, para que todo el tráfico aéreo sea desviado a éste antes de finalizar el año.

El ministro indonesio de Transportes, Hatta Radjasa, calificó este accidente aéreo como el peor del último lustro. "Esto es muy trágico. Podría ser el peor accidente de los últimos años", declaró Hatta a Antara. Técnicos de la aerolínea encontraron la caja negra del aparato, que será examinada por expertos del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte en las próximas horas para establecer la causa del siniestro. "Estamos investigando y daremos una respuesta lo antes posible. No sabemos aún si el accidente se debió al mal tiempo o a un problema técnico", declaró en rueda de prensa en Yakarta otro portavoz de Mandala, Hasril Hamzah Tanjung. La aerolínea prometió que todas las víctimas y sus familiares serán indemnizados, pero no reveló cantidades.

Según este portavoz, el avión siniestrado fue comprado hace 25 años, tenía al menos 50.000 horas de vuelo y la compañía esperaba retirarlo en el año 2016. Mandala Airlines cuenta con una flota de 15 aviones, la mayoría de ellos son Boeing 737-200, adquiridos durante los años 1970. Esta aerolínea, inaugurada en 1969 por una fundación militar, ha sufrido numerosos problemas financieros en los últimos años que la han obligado a recortar rutas y reducir tarifas por la fuerte competencia del sector en ese país. En noviembre de 2004, un avión de la aerolínea de vuelos baratos Lion Air se estrelló durante el aterrizaje en la ciudad de Solo, en la isla de Java, accidente en el que murieron 26 personas y resultaron heridas un centenar.