Castro y Chávez refuerzan su plan de integración opuesto al de EE UU

Fidel Castro y Hugo Chávez dieron ayer un nuevo impulso a la América Latina con la que sueñan: integrada al margen de Estados Unidos, bolivariana, con sensibilidad de izquierdas. Fue durante la primera graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), creada por Castro hace siete años, en la que estudian hoy gratuitamente más de 10.000 jóvenes de 28 países latinoamericanos y caribeños.

Alrededor del acto docente, los dos líderes improvisaron en La Habana una cumbre regional, con el petróleo venezolano y los médicos y escuelas de Cuba como pilares de su modelo alternativo de integración. El presidente cubano invitó a la graduación de los primeros 1.610 egresados de la ELAM a una veintena de mandatarios y responsables políticos del Caribe y de América Latina, aunque, por supuesto, Chávez era el convidado de honor. Se puede decir que ambos fueron los anfitriones del encuentro, convocado en momentos en que La Habana y Caracas promueven la denominada Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), contrapartida del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que propugna Washington para la región.

Nada más llegar, el presidente venezolano afirmó que el ALBA seguía avanzando, "y avanzando con mucho entusiasmo", y aseguró que parte importante en este esfuerzo integracionista es el proyecto regional de PetroCaribe, que prevé el suministro de crudo a precios preferenciales y con facilidades financieras para la región.

Castro y Chávez sostuvieron una reunión con los gobernantes invitados al acto de graduación de la ELAM, que se celebró anoche en el teatro Carlos Marx. Al comenzar, Castro bromeó: "No estamos conspirando, ni queremos desestabilizar ninguna región", en referencia a los temores expresados por Estados Unidos.

El encuentro se aprovechó para oficializar el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Panamá, interrumpidas en agosto de 2004, después de que la ex presidenta Mireya Moscoso indultara a cuatro anticastristas, entre ellos Luis Posada Carriles, acusado de terrorismo por Cuba. Los ministros de Exteriores de ambos países firmaron el documento que normaliza los lazos diplomáticos, en un acto apadrinado por Castro, Chávez y el presidente panameño, Martín Torrijos.

Quedó demostrado que Cuba y Venezuela están echando el resto para que salga adelante el proyecto de integración bolivariana. Y que se han repartido los papeles. Chávez vino a decir en La Habana que hay voluntad política y fondos suficientes para apuntalar esta alianza energética, mientras Cuba está dispuesta a multiplicar la "solidaridad educativa y sanitaria". El Plan Milagro, por el cual 100.000 venezolanos han sido operados de la vista en la isla, podría extenderse a todo el Caribe.

Chávez y Castro refuerzan también con esta visita su alianza estratégica. Venezuela es actualmente el principal socio económico de la isla, que recibe del país suramericano más de 80.000 barriles diarios de petróleo a precios preferenciales. Y Cuba colabora con decenas de miles de médicos, técnicos deportivos y maestros a que se afiancen los programas del Gobierno de Chávez. Hoy ambos mandatarios comparecerán en televisión, en un Aló Presidente conjunto.