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Un coche bomba causa una matanza de niños en Bagdad

El atentado iba dirigido contra una patrulla que repartía golosinas

Veintisiete personas, la mayoría niños, perdieron la vida y otras 67 resultaron heridas ayer en un atentado con coche bomba en un barrio chií al este de Bagdad. Los niños se habían acercado a una patrulla militar estadounidense que repartía golosinas y regalos. La explosión fue tan potente que destruyó dos casas y provocó un incendio en una tercera. Un soldado resultó muerto y otros tres heridos, según fuentes norteamericanas.

El ataque suicida se produjo a las 10.50 (08.50 en la España peninsular). Dos vehículos blindados Humvee del Ejército de EE UU se habían detenido en una calle del barrio Nuevo Bagdad, al este de la capital. Los soldados comenzaron a confraternizar con la población y a repartir regalos. "Muchos civiles, la mayoría niños, estaban alrededor de los vehículos", informaron fuentes estadounidenses. En ese instante, una camioneta apareció en la escena, se lanzó contra la patrulla y explotó. "Los terroristas vieron sin duda a los niños antes de atacar", aseguró el comandante Russ Goemaere, uno de los portavoces militares de EE UU en Irak.

Algunos de los fallecidos en la explosión se encontraban en el interior de dos viviendas que quedaron destruidas. Los vecinos aseguran que una familia entera perdió la vida en una de ellas. El ataque se produjo en Al Jalij, una zona chií de Nuevo Bagdad, próxima a una base estadounidense en el cuartel Al Rachid, ocupado antes de la guerra por la Guardia Republicana, la unidad de élite de las Fuerzas Armadas de Sadam Husein.

Horas después de la explosión se podía ver la calle sembrada de zapatos y sandalias, una bicicleta destrozada, charcos de sangre y restos del motor del vehículo que iba cargado de explosivos.

Fuentes médicas del hospital Al Kindi de Bagdad informaron de que han recibido 25 heridos y que otros 25 cuerpos se encuentran en el depósito de cadáveres del centro. "Mi hijo tuvo mucha suerte: tiene un trozo de metralla en la cabeza, pero todos sus amigos están muertos", dijo Abu Mohamed en la puerta del hospital a la agencia Reuters.

En septiembre de 2004, 34 niños iraquíes que se hallaban alrededor de los soldados estadounidenses que protegían una planta potabilizadora perdieron la vida en un atentado suicida similar al de ayer.

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Las fuerzas estadounidenses en Irak sostienen que la mayoría de los atentados suicidas son llevados a cabo por extremistas extranjeros reclutados en el mundo árabe y entre las comunidades islámicas en Europa occidental. El principal de estos grupos es la Organización de Al Qaeda en Irak, dirigida por el jordano Abu Musab al Zarqaui, por cuya captura Estados Unidos ofrece 25 millones de dólares, la misma cantidad que por Osama Bin Laden. Un portavoz norteamericano informó ayer de la captura de Abu Abd Al-Aziz, uno de los lugartenientes de Al Zarqaui en la capital iraquí.

Acusaciones a la policía

Además de los atentados y los coches bomba, el principal problema de Irak es la creciente violencia entre comunidades. Los atentados de la insurgencia, en su mayoría suní, afectan sobre todo a kurdos y chiíes, y éstos responden a través de las milicias de la Brigada Badr, el brazo armado durante la dictadura de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak, el principal partido político chií.

En el barrio Sbaa Abkar, familiares de tres suníes muertos en las últimas horas organizaron una manifestación funeraria portando los féretros. Acusan a la policía, en su mayoría chií, de matar a civiles suníes bajo la sospecha de que son miembros de la insurgencia. Los familiares afirman que esos tres muertos son parte de un grupo de 13 que el lunes fueron detenidos por los agentes y ayer aparecieron muertos con signos de tortura.

Un portavoz del Ministerio de Interior de Irak aseguró que ese incidente está bajo investigación. También se está investigando un segundo en el que 12 trabajadores suníes de la aldea de Zaidan, en las afueras de Bagdad, fueron detenidos e introducidos en un contenedor donde murieron asfixiados por las altas temperaturas. Un día antes, una familia chií de Latifiya, al sur de Bagdad, fue asesinada a tiros por unos desconocidos.

Una mujer observa los destrozos causados por el atentado suicida.
Una mujer observa los destrozos causados por el atentado suicida.AP

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