_
_
_
_
_

Los cuatro menores muertos en el accidente de Sigüenza viajaban sin cinturón de seguridad

El exceso de velocidad es la principal hipótesis sobre la causa del siniestro con siete fallecidos

Los cuatro menores que fallecieron cuando el todoterreno en el que viajaban chocó contra un monovolumen el domingo cerca de la localidad de Sigüenza (Guadalajara) no llevaban abrochado el cinturón de seguridad, según fuentes cercanas a la investigación. La Jefatura Provincial de Tráfico indicó ayer que dos de ellos salieron despedidos tras la "brutal colisión" entre ambos vehículos, en los que viajaban un total de 13 personas, de las cuales siete perdieron la vida. Cinco heridos se encuentran ingresados en Madrid y Guadalajara. Tráfico mantiene como principal causa del siniestro el exceso de velocidad.

Más información
La DGT emprenderá dos nuevas campañas de fomento de uso del cinturón de seguridad
Un choque brutal que lanzó el todoterreno a 14 metros

Ninguno de los dos vehículos, un Mitsubishi Montero y un monovolumen Citroën Evasión, excedía la ocupación autorizada. Los peritos seguían trabajando para determinar la causa del siniestro, que se produjo el domingo sobre las 12.20.

Los ocupantes del todoterreno (un matrimonio, sus tres hijos y un amigo de éstos) murieron en el acto. Así como Reyes I. M., vecina de San Sebastián de los Reyes (Madrid), ocupante del monovolumen, en el que viajaban siete miembros de tres familias -tres adultos y cuatro menores-. Hasta dentro de dos o tres días, asegura la jefa provincial de Tráfico, María Martín Soriano, no se podrá determinar exactamente lo ocurrido en el kilómetro 11,300 de la CM-1101, cerca de Sigüenza.

Sin embargo, la investigación parece inclinarse por atribuir el accidente a una pérdida de control del todoterreno, que invadió el carril contrario, al tomar una curva a velocidad excesiva. Tráfico investiga si además de sobrepasar el límite de velocidad también pudo producirse algún tipo de distracción. Y no descarta, ante el resultado del brutal choque, que el monovolumen también circulara a una velocidad excesiva.

Tanto el subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Juan Pablo Herranz, como María Martín, se desplazaron ayer al lugar del siniestro tras el funeral por los fallecidos oficiado en la catedral de Sigüenza. Según confirmaron ambos, el asfalto estaba en buen estado, no había llovido, el peralte de la curva era el adecuado, y la visibilidad, buena. Y coincidieron en que todo parece apuntar a un exceso de velocidad en un tramo en el que el límite es de 70 kilómetros por hora.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Cinco de los seis heridos, que viajaban en el monovolumen, seguían ayer ingresados. Carlos F. V., de 44 años, el conductor, está grave en el hospital de La Paz (Madrid). En ese centro permanece L. T. C., de 12 años, que sufre una contusión pulmonar y cuya evolución es favorable, mientras que otra menor, hija del conductor, C. F. I., de 13 años, se recupera ya en planta del hospital Niño Jesús de la capital. Su hermana, E. F. I., de 11 años, permanece en la UCI del mismo hospital, con traumatismo craneal, pero con pronóstico leve. Mientras que otra niña de siete años, A. G. F., que sufrió fracturas en la nariz, la tibia y el peroné, sigue grave en el hospital Universitario de Guadalajara. Otra mujer, Ascensión T. C., de 41 años, fue dada de alta tras ser atendida de una lesión leve.

Familia de origen alemán

El matrimonio y tres de los cuatros niños fallecidos que viajaban en el todoterreno eran una familia de origen alemán, residente en Madrid, que solía ir a una finca en Moratilla de Henares, a unos cuatro kilómetros de Sigüenza, cuyo Ayuntamiento decretó dos días de luto. El padre, Guillermo W. F., de 49 años, era el vicepresidente del consejo de administración de la cadena de tiendas de telas Gastón y Daniela, y tataranieto de los fundadores de la firma. Todos han sido incinerados y sus restos mortales serán depositados hoy en el panteón familiar en El Pardo (Madrid).

La familia era bien conocida en la zona. Hacía unos cinco años que se habían comprado la finca y pasaban allí muchos fines de semana. Les gustaba sentirse como un vecino más, cuenta Enrique Gutiérrez Gil, alcalde de Moratilla de Henares, que no puede evitar las lágrimas. "Al niño pequeño", recuerda, "le vi ayer mismo [por el domingo] aquí en misa con su amiguito, y me comentó que su padre tenía fiebre y se iban a volver a Madrid antes de lo que pensaban". "Les quería todo el mundo", remacha. El alcalde de Sigüenza, Francisco Domingo, recuerda cómo hacía un año habían organizado una fiesta para celebrar que habían acabado la rehabilitación de la casa "a la que fueron más de 100 personas de la zona". A la salida de la catedral, se les recordaba con cariño: "Tengo los pelos de punta desde que me enteré, llamaban la atención, era una familia muy buena, daba gusto verles", comentaba Goyi, una vecina.

El pasado fin de semana murieron 25 personas en las carreteras españolas, al igual que la media de los fines de semana en lo que llevamos de año, informa Patricia Martín. El fin de semana más funesto fue el primero del año, con 32 fallecidos. Y, el menos trágico, el comprendido entre el 15 y 17 de abril, con 17 muertos. "Según se aproxima el verano, los siniestros suelen aumentar los fines de semana", comenta un portavoz de tráfico.

El de Sigüenza es el segundo accidente más trágico del año, tras el que se produjo en febrero en Jaca tras el choque frontal de dos vehículos, en el que murieron ocho personas.

Estado en que quedó uno de los dos coches involucrados en el mortal accidente.
Estado en que quedó uno de los dos coches involucrados en el mortal accidente.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_