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EL FIN DE LA II GUERRA MUNDIAL EN EUROPA

Bush compara en Holanda la II Guerra Mundial con la lucha contra el terrorismo

"No hay fuerza más poderosa que la libertad", afirma el presidente estadounidense

Isabel Ferrer

George W. Bush aprovechó ayer la escala holandesa de su gira europea por el 60º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la II Guerra Mundial para comparar aquella lucha con la entablada hoy contra el terrorismo internacional. El presidente estadounidense pronunció un emotivo discurso ante 10.000 personas en el cementerio estadounidense de Margraten, donde reposan los cuerpos de unos 8.000 soldados, en el que afirmó que "no hay fuerza tan poderosa como la libertad", y recalcó que su Gobierno y sus socios europeos colaboran para llevar la paz a Irak y Afganistán.

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La visita a Holanda fue fugaz, menos de un día, pero el presidente Bush la aprovechó al máximo. Antes de llegar concedió una entrevista a la televisión nacional donde subrayó su buena sintonía con el Gobierno de La Haya. Bush afirmó en esa entrevista que oponerse a los nazis en 1945 equivale hoy a rechazar a las fuerzas del mal. Es más, de sus conversaciones posteriores con los políticos holandeses, se extrae que el presidente de EE UU hizo mucho hincapié en esta idea.

Antes de acudir al cementerio de soldados estadounidenses, desayunó durante una hora con el primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende. En unas declaraciones posteriores, éste fijo su atención en el fenómeno desestabilizador del orden que supone el terrorismo actual, "como ya sucediera con los nazis". Poco antes de esta cita había hecho lo propio Condoleezza Rice, secretaria de Estado de EE UU, con Ben Bot, ministro holandés de Exteriores. Tras este encuentro, Bot subrayó ante la prensa que Washington no se considera "la policía global que dirige al mundo, sino que escucha y quiere cooperar con los europeos".

Las palabras de Bot se escucharon poco después de que una la cadena privada RTL4 hiciera pública una encuesta en la que el 68% de los espectadores creía que Holanda va a remolque de lo que dice el Gobierno de Bush. Esa fue la impresión que dejaron los encuentros políticos.

En la ceremonia en recuerdo de los soldados caídos en la II Guerra Mundial, sin embargo, la huella que dejó Bush fue distinta. Sin apartarse de su lema de lucha por la libertad, el presidente de EE UU consiguió emocionar a todos, desde la reina Beatriz a los veteranos y a los millares de personas que acudieron al cementerio de Margraten. Fue al leer unos pasajes de una carta escrita a su hija de cinco años por un soldado. "Cuando seas mayor entenderás el por qué de todo esto", le decía antes de ser abatido en suelo holandés.

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La emoción dio paso a unas frases en tono casi literario en las que el presidente estadounidense afirmó que "no hay fuerza más poderosa que la libertad, ni un soldado más valeroso que el que lucha por conseguirla". Bush agradeció luego a los holandeses el hecho de que hubieran "adoptado" las tumbas de sus soldados y las hubieran cuidado como propias.

Después de su discurso, estrechó las manos de una decena de veteranos y partió hacia Moscú. Todos los ancianos combatientes que han acudido estos días a Holanda para honrar a sus compañeros han sido recibidos como héroes. La ciudadanía ha separado claramente su gesta de la opinión que le merece la política internacional del que hoy es presidente de estos soldados caídos.

El presidente George W. Bush, durante su visita al cementerio de soldados estadounidense de Margraten, en Holanda.
El presidente George W. Bush, durante su visita al cementerio de soldados estadounidense de Margraten, en Holanda.REUTERS

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