Deberes y buen gusto
Parece que Aires de Villa y Corte se creó ayer mismo. Ya tiene 11 años y sus valores se sostienen, se trata de lo perenne aunque estilística y estéticamente estaba mejor empastada entonces. Se nota la impronta del nuevo director, que el BNE empieza a remontar, que hace sus deberes y se intenta bailar con brío esa estampa que trasciende lo goyesco. Pero la plantilla es aún irregular (tiempo al tiempo). Hay destacados artistas que lo ponen todo y van adelante: Christian Lozano, Pol Vaquero, Sergio García. Especialmente éste último, que conoce el género y lo borda: delicado y detallista, se esmera en el adagio virtuoso, ralentiza los equilibrios, goza el efecto y asume con gallardía el papel principal.
Ballet Nacional de España
Aires de Villa y Corte: José Antonio / José Nieto. La Leyenda: José Antonio / José Antonio Rodríguez. Teatro de la Zarzuela. Madrid. 27 de abril.
En La leyenda, la coreografía es creativa dentro de su ámbito formal, con un baile evocativo, pero actual y equilibrado; la música a veces vulgariza lo que se ve en escena, con pretensiones jazzísticas o la percusión étnica, y que nada tiene que ver con el ballet flamenco. Como viene siendo habitual, una desaforada amplificación mecánica del taconeo quitó matices y atronó innecesariamente a la audiencia. Estuvo la ministra de Cultura, Carmen Calvo, la misma que cesó hace ahora dos años a José Antonio como director de la Compañía Andaluza de Danza y donde operó idéntico milagro, que no es otra cosa que el trabajo en seriedad, eso de mirar el ayer como parte del mañana.