Otro punto de vista sobre Irak
En referencia al artículo de opinión firmado por Gema Martín y publicado en EL PAÍS el viernes 11, bajo el título "La otra cara de las elecciones en Irak" quisiera exponer otro punto de vista.
Gema Martín critica las elecciones del 30 de enero en Irak y concluye que "estas elecciones no han hecho sino abrir la caja de Pandora". A pesar de que nadie, creo yo, niega las numerosas imperfecciones asociadas con estas elecciones, y nadie minimiza las dificultades que el futuro traerá, me parece muy mezquino no aceptar el valor y la dignidad demostrados por la aplastante mayoría de ciudadanos iraquíes ese día y reconocer estas elecciones como un paso importante hacia el futuro. Por décadas, el pueblo iraquí ha sido sometido a la tiranía sangrienta de Sadam Husein y al régimen baazista. Hace dos semanas, los iraquíes organizaron y celebraron unas elecciones que Kofi Annan ha descrito como "un buen presagio para el proceso de transición democrática". Ver elecciones como "una caja de Pandora" es una asombrosa perspectiva de lo que significa construir una democracia. Gema Martín parece más interesada en criticar constantemente a Bush que en aceptar la realidad: la mayoría del pueblo iraquí, en desafío de aquellos que secuestran trabajadores voluntarios, decapitan camioneros, asesinan niños y, sólo hoy, atacan panaderías, quiso votar. Yo creo que eso es admirable. Yo no cuestiono el derecho de cualquiera a protestar sobre la decisión del Gobierno de los Estados Unidos hace dos años, pero eso no significa que no se pueda apoyar al pueblo iraquí en su esfuerzo para salir adelante. Y sobre la legitimidad de las elecciones, en lugar de tener académicos juzgándolas desde el exterior, por qué no dejamos que el pueblo iraquí lo decida.
