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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La necesidad de la catástrofe

La lógica dicta que, una vez detectado un problema, se debe adoptar una solución para el mismo, al menos cuando no estás dispuesto a renunciar a la circunstancia que lo causa. En España, no parece que la cosa funcione así, más bien parece como si siempre necesitásemos de una catástrofe para, en vista del desastre, adoptar una solución. ¿Que un tren arrolla a un autobús cargado de escolares en un paso a nivel sin barreras?, pues empezamos a adoptar medidas para suprimirlos. ¿Que se cae una noria y hay muertos y heridos?, pues endurecemos las inspecciones técnicas pertinentes (o, simplemente, hacemos que se lleven a cabo). Es como si para nuestra administración pública la catástrofe viniese a ser la prueba irrefutable de que existía un problema, y, tristemente, lo único que la mueve a tomar las medidas adecuadas.

Ahora bien, ¿qué pasa con aquellos problemas que difícilmente causan la muerte de, por ejemplo, 20 o más personas a la vez, sino que las víctimas que causan "caen con cuentagotas"? ¿Un ejemplo? Los famosos guardarraíles de nuestras carreteras. Todos los años hay motoristas muertos y amputados debido al tipo de guardarraíl empleado comúnmente. A aquellos que piensen que es porque "los de las motos van como van" les diría que, aunque se circule prudentemente y dentro de las normas, basta pisar en una curva una pequeña mancha de aceite o agua, o un poco de gravilla (algo imperceptible en un coche), para que la moto se pueda ir al suelo, colisione contra el poste de un guardarraíl y, con suerte, sólo te quedes sin un brazo, pie, pierna... En cuanto a la velocidad, no hace falta que ésta sea elevada; según algunos estudios, basta con impactar a algo más de 40 Km/h.

Los técnicos de nuestra administración pública conocen este problema, así como las soluciones, que además son viables técnica y económicamente. Por tanto, ¿por qué no se solventa el problema ya?

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A mí, como víctima potencial, no me basta con que, aquí y allí, dependiendo quién sabe si de la "buena voluntad" de alguien, se decida poner protecciones en los postes de los guardarraíles, que es lo que se ha hecho hasta ahora.

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