"Esa bolita de pelo acaba creciendo"
La ley andaluza de protección animal nació en noviembre del pasado año. Concretaba aspectos de la normativa estatal y anunciaba prohibiciones y deberes para los propietarios. Entre los impedimentos, se recogen sanciones por maltratar y abandonar animales, se rechaza la posibilidad de mutilarlos con fines estéticos, mantenerlos permanentemente encadenados, venderlos a menores de 16 años o enfrentarlos en peleas públicas a modo de espectáculo. Los dueños también tienen otras obligaciones: mantener a las mascota en buenas condiciones higiénico-sanitarias, proporcionarles alojamiento adecuado, facilitarle alimentación, denunciar la pérdida o identificarlo electrónicamente, entre otras.
Un año después de su aprobación, según explicó el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana, la norma, cuestionada por algunas asociaciones ecologistas y colectivos profesionales, está a punto de ser revisada. "En enero se le van a añadir correcciones en unos decretos en los que se va a dar cabida a la opinión de los veterinarios", adelanta. Según detalló, la ley presenta algunas "lagunas" como el hecho de que no se fijen plazos para el proceso de colocación del microchip identificativo. También considera inconcreta la ley nacional que regula las razas potencialmente peligrosas.
Todos esos aspectos son analizados en las charlas. El veterinario también desvela a los jóvenes los riesgos de tener un animal en casa y la posibilidad de contagiarse de algunas infecciones. "Mi perra tuvo un embarazo psicológico", exclama una alumna al escuchar del profesional que los perros y gatos también sufren enfermedades psicológicas, como la depresión. El presidente del Colegio advierte a los estudiantes: "Al principio, todos nos encariñamos con él, pero ese cariño es también un compromiso muy serio. Que sepáis, antes de tener un animal, que esa bolita de pelo acaba creciendo".
