"Por fin, una medalla"

Superados ya los 35 años, Javier Bosma vivió ayer el día más feliz de su carrera profesional. Había decidido dedicarse al voley playa a principios de los 90, cuando este deporte comenzó a implantarse en España, y desde entonces había cambiado más de 10 veces de compañero. Su evolución había sido constante y el ascenso a nivel internacional era notable. Pero siempre había encontrado algún escolllo imposible de superar. Sus dos participaciones anteriores en los Juegos concluyeron con sendos quintos puestos en Atlanta 1996 y en Sidney 2000.

Sin embargo, Bosma tocó ayer el cielo. Lo hizo formando equipo con Pablo Herrera, de 22 años, un castellonense que ve la vida de otra forma, pero con el que se entiende a la perfección. En el Centro de Voley Playa de Atenas, los dos consiguieron clasificarse para la final del torneo olímpico y se aseguraron así una medalla que será de oro o de plata. Vencieron a los australianos Julien Prosser y Mark Williams en dos mangas, por 21-18 en ambas, y disputarán el título a los brasileños Ricardo Santos-Emanuel Rego o a los suizos Stefan Koel-Patrick Heuscher, que jugaban su semifinal al cierre de esta edición.

"Es increíble", exclamó aún emocionado, Bosma. "Es la plenitud total. Ya no le puedo pedir nada más a mi deporte, me lo ha dado todo. Lo que me queda es disfrutarlo con mis amigos, con mi familia, con toda la gente que me envuelve". Y Herrera agregó: "Tengo 22 años y nunca pude imaginarme estar en una final olímpica. Es un sueño, es lo mejor que te puede pasar. Y estoy convencido de que contribuirá a mejorar las ayudas al voley playa. Todo Castellón está volcado viendo esto".

La pareja nació el año pasado, cuando depués de una experiencia decepcionante con Fabio Diez, Bosma, residene en Tenerife, donde hay el centro de entrenamientos de los equipos de élite españoles, llamó a Herrera para ofrecerle la posibilidad de formar pareja. "Fue una gran satisfacción, porque sabía que era el mejor y que podíamos plantearnos retos muy importantes", indicó el castellonense.

Y así fue. A pesar de que Herrera sufrió un grave accidente automovilístico que pudo incluso costarle la vida y que le mantuvo dos meses fuera de competición -sufrió doble rotura de vértebras cervicales-, el pasado mes de septiembre volvieron a los entrenamientos. Y este año consiguieron su primera victoria en el circuito mundial, en China. Herrera, campeón mundial sub-21 y de Europa sub-23, participaba en sus primeros Juegos. Para Bosma, en cambio, eran los terceros. Para los dos serán inolvidables. "Lo más importante ya lo hemos logrado", reflexionó Bosma. "Ahora sólo nos queda disfrutar de la final. Iremos a por todas, sin duda. Pero pase lo que pase habremos marcado la historia de este deporte en España". Y, feliz, remacha: "Me planteo continuar un año más y después ya veremos".