Los historiadores piden combatir los integrismos con la Ilustración

En tiempos oscuros, la luz del espíritu de la Ilustración puede ser una salida. Los historiadores que ayer participaron en el diálogo Globalización, identidad, diversidad llamaron a rescatar y remozar nociones como contrato social y tolerancia como respuesta a los integrismos religiosos y políticos. En este contexto, el profesor Josep Fontana recordó que las naciones como estados homogéneos son "una invención narrativa".

Fontana, que habló sobre la identidad cultural en un mundo globalizado, alertó de "las bases irracionales de todo patriotismo", que ahoga a otras nacionalidades y puede derivar en fundamentalismo político.

A juicio de Fontana, profesor de Historia de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el Gobierno de José María Aznar es un ejemplo de cómo "los excesos" del nacionalismo pueden llevar a un país de vuelta "a niveles del siglo XIX, por su loa a una figura como Isabel II, su esencialismo y su retroceso en el ámbito educativo y científico". Fontana recordó que la verdadera historia está en "las emigraciones, las rutas de comercio o los fenómenos culturales", y señaló que la ciudadanía debe velar por el cumplimiento del contrato social, ya que "como se ha visto con el PP, la grandeza de las banderas es inversamente proporcional a los servicios sociales que se ofrecen". Por su parte, Jon Juaristi, ex director del Instituto Cervantes, aseguró que "lo fundamental de un Estado es su carácter democrático", al tiempo que precisó que tendría que ser capaz de satisfacer todas las demandas culturales y lingüísticas de su población. No obstante, señaló que los estados plurinacionales tienen un "umbral crítico" más allá del cual la convivencia entre distintas identidades nacionales puede resultar "letal".

Bruce Lawrence, profesor de Historia Comparada de las Religiones de la Duke University, aseguró también que los fundamentalismos se pueden dar en el ámbito político y que la respuesta está en el desarrollo de la sociedad civil. Según Lawrence, los discursos de George W. Bush y Osama Bin Laden surgen en realidad de "una misma retórica", si bien el primero esconde su integrismo "tras una máscara política". Lawrence invitó a recoger el proyecto de la Ilustración -"a pesar de sus límites", dijo-, porque con su irrupción "se rompió el concepto de verdad con mayúsculas". El sociólogo Manuel Castells, director del diálogo, -que ya advirtió de que las ponencias se iban a desarrollar en el más estricto ámbito académico, aunque ayer, por vez primera, permitió a los asistentes formular preguntas-, subrayó el deterioro de los procesos democráticos. Castells alertó también contra los nacionalismos y contra el auge de los fundamentalismos y la intolerancia. En cambio, para Fernando Calderón, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia, la situación es la contraria: la tolerancia es un rasgo vigente que "como nunca antes, está sobre la mesa". Finalmente, Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil, explicó que en su país la sociedad plurirracial y pluricultural "convive", mientras que en Estados Unidos, esta misma situación "se tolera" por ley, pero se vive de forma separada.