La ESA elige un proyecto español para una misión de defensa ante asteroides
A unque una misión espacial defensiva contra asteroides que amenacen a la Tierra parezca un guión de ficción científica, las agencias espaciales se han tomado en serio el potencial peligro y las estrategias para desviarlo, o al menos para estudiarlo a fondo. Por ello, la Agencia Europea del Espacio (ESA) pidió propuestas para una misión rastreo de asteroides peligrosos y de defensa frente a ellos. Se presentaron a la convocatoria los grandes del sector espacial europeo. Tras varias evaluaciones, la semana pasada se presentó en Roma el informe de la comisión que ha estudiado a fondo los proyectos preseleccionados. La propuesta finalmente elegida es la de la empresa española de ingeniería espacial Deimos.
La sonda actuaría como un proyectil contra el cuerpo celeste para desviarlo
Su proyecto se denomina Don Quijote y no sólo demuestra la viabilidad técnica de enviar una sonda espacial que actúe como un proyectil para desviar un asteroide de hasta 500 metros de diámetro que lleve una trayectoria de choque contra la Tierra, sino que a la vez ofrece la oportunidad de hacer estudios científicos del cuerpo celeste antes y después del impacto. Don Quijote son dos sondas que parten a la vez de la Tierra: una (Hidalgo) para chocar con el asteroide y otra (Sancho) para observar lo que pasa.
La elección se anunció en Roma ante numerosos expertos del sector espacial, incluidos representantes de Japón y de China, comenta Miguel Belló-Mora, director de Deimos. La ESA se plantea este reto como una colaboración internacional, contando también con la NASA y con Rusia.
"Las consecuencias de impactos de proyectiles [asteroides] de diámetro entre 50 y 200 metros dependerían mucho de las circunstancias (localización, velocidad y ángulo de entrada en la atmósfera) y de la composición y resistencia interna del cuerpo", explica el comité que ha estudiado para la ESA la viabilidad y oportunidad de hacer una misión espacial de este tipo. "Tales objetos pueden explotar en la atmósfera o llegar a formar un cráter, pero en cualquier caso la energía destructiva emitida sería comparable, en un margen de un orden de magnitud, a la de la mayor bomba H jamás detonada".
Don Quijote, que cuenta con la colaboración de científicos de Italia, Francia y Suiza y del consorcio industrial Astrium Alemania como subcontratista, podría estar lista en siete u ocho años, considera Belló-Mora, y tendría un coste máximo de unos 160 millones de euros. Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía podrían incorporarse ahora al proyecto, que debe entrar en la fase de estudio detallado y desarrollo antes de que se tome una decisión definitiva sobre su construcción.
Las dos sondas de Don Quijote (fue el científico italiano del proyecto, Andrea Milani, de la Universidad de Pisa, quién bautizó la misión) partirían a la vez de la Tierra en el mismo cohete, pero tomarían luego trayectorias muy diferentes. Así Sancho (el observatorio) llegaría al asteoroide elegido entre los muchos candidatos, incluso a más de cien millones de kilómetros de la Tierra, y se pondría en órbita, con seis meses de anticipación sobre Hidalgo (el proyectil). Además, lanzaría unos instrumentos que se clavarían en el suelo del asteroide para hacer estudios de sismicidad, incluso con pequeñas explosiones provocadas por dispositivos también lanzados por la sonda.
Después llegaría Hidalgo directa hacia el asteroide, a una velocidad de 15 o 20 kilómetros por segundo, para desviarlo. Sancho se habría retirado un poco para no sufrir daños, pero luego se pondría otra vez en órbita del cuerpo para analizar los efectos del choque.
Esta característica claramente diferencia la idea de Deimos del Deep Impact de la NASA, que sólo chocará con el asteroide para desviarlo. "Nosotros queremos hacer un experimento y si no observas lo que pasa antes y después del mismo, en realidad no lo es", afirma Belló-Mora. Hidalgo pesaría en el lanzamiento 388 kilos y Sancho 582. Los instrumentos de observación, incluidas cámaras, proporcionarían datos sobre la estructura interna del asteoride, la forma, la composición y la textura, así como los efectos de la sonda suicida.
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