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Rajoy pide ahora para su grupo en el Congreso el protagonismo que nunca tuvo la oposición

Propone que el partido del Gobierno renuncie a preguntar al Ejecutivo en la sesión de control

Nada como llegar a la oposición para descubrir lo importante que ésta es. Así lo escenificó ayer Mariano Rajoy al exponer las principales propuestas que defenderá el PP en la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados. Rajoy ha descubierto ahora que carece de sentido que hagan preguntas al Gobierno diputados del partido gubernamental, por lo que pide que sean suprimidas, y que las preguntas al presidente y a los ministros no deben estar tan encorsetadas. Rajoy reclama poder efectuar una interpelación al presidente cada semana, en un debate que dure media hora.

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Mañana se constituirá en el Congreso la ponencia para la reforma del Reglamento, que presidirá Manuel Marín, presidente de esa Cámara. El Partido Popular acudirá con una batería de peticiones que tienen como propósito dar más protagonismo político al primer partido de la oposición y más vivacidad a los debates. En síntesis, sus propuestas son las siguientes:

- Sesión de control. Ahora se celebra los miércoles. Hay tres preguntas al presidente. Le siguen una batería de 21 preguntas a los ministros, en debates de cinco minutos. Y concluye con tres interpelaciones a los ministros, en las que tanto el diputado que pregunta como el ministro que responde tienen un máximo de 15 minutos cada uno. El PP propone cinco modificaciones a este esquema. La más relevante es que haya una interpelación semanal del líder de la oposición al presidente del Gobierno. Es decir, que Rajoy pueda debatir con Zapatero sobre cualquier tema durante un total de media hora.

El tema de las interpelaciones ahora se aprueba y se comunica al Gobierno con, al menos, una semana de antelación. Rajoy propone que se le comunique el día anterior, a las 20.00, "para dar más actualidad a los debates". Además de esa interpelación, el PP no renuncia a sus preguntas al presidente y a los ministros, pero pide al partido del Gobierno que sí lo haga. Las preguntas de los diputados del partido del Gobierno, sea el que sea, han sido siempre objeto de chirigota en el Parlamento pues suelen contener grandes dosis de elogios a la labor del Ejecutivo de turno.

En la legislatura pasada, según fuentes del Grupo Socialista, el PP, con mayoría absoluta, formuló 808 preguntas a los vicepresidentes y ministros, y 47 al presidente del Gobierno, José María Aznar . Los datos facilitados por el Grupo Popular concuerdan en cuanto al número de preguntas que sus diputados formularon a Aznar y elevan a 831 las dirigidas al resto del Gobierno, de un total de 1.782, según datos de la secretaría de Estado para las Relaciones con las Cortes.

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Con el objetivo de "dar más viveza a los debates", el PP propondrá que algunas preguntas se hagan in situ; es decir, sin avisar al Gobierno de cuál es el objeto de la pregunta. Ahora, el Gobierno conoce la formulación de las preguntas desde el viernes anterior. Rajoy puso como ejemplo el control al Ejecutivo en la Cámara de los Comunes británica, muy seguido en televisión.

La quinta modificación pretende aproximar las mociones y la interpelaciones que las han motivado. Se trata de que la sesión de control se celebre el martes y no el miércoles, como hasta ahora. Esto permitiría que las mociones consecuencia de interpelación, que ahora son debatidas una semana después, lo hagan al día siguiente, es decir, el miércoles.

- Comisiones de investigación. Aseguran que la fórmula fue ideada por José María Aznar cuando presidía la Junta de Castilla y León. Consiste en que las comisiones se constituyan a petición de cualquier grupo siempre que, "en el plazo de 15 días", ni el Gobierno ni ningún otro grupo parlamentario se oponga por escrito a ello. Si hay oposición por escrito, la constitución de la comisión se sometería a votación y sólo quedaría rechazada si votan contra ella la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara.

- Debates políticos. Cuando un partido está en la oposición defiende los debates en pleno y cuando está en el Gobierno ensalza los debates en comisión. El PSOE reclamó más peso para el pleno en los años de Gobierno popular y ahora el Partido Popular pide "grandes debates políticos en el pleno del Congreso".

Serían los jueves, como ahora. La gran diferencia es que el PP reclama que todas las leyes que envíe el Gobierno al Congreso inicien su andadura parlamentaria con un "debate político" en el pleno de esa Cámara. Y las leyes orgánicas -las que requieren mayoría absoluta para ser aprobadas- se sometan también a un gran debate político final en el pleno.

El resto, es decir, los debates sobre enmiendas, sean al articulado o a la totalidad, quedarían para las comisiones parlamentarias. Es decir, sería en comisión todo el debate técnico de las leyes. Ahora, en parte, se hace en su aprobación por el pleno.

- Estado de la nación. El Partido Popular pide que el debate sobre el estado de la nación, que ahora se celebra habitualmente una vez al año, excepto los años con elecciones, sea obligatorio y quede recogido en el nuevo reglamento. La novedad fundamental es que el PP propone ahora que sea el Congreso de los Diputados, a través de la Junta de Portavoces y no el Gobierno, como hasta ahora, quien fije la fecha de celebración de ese debate parlamentario.

- Oficina Presupuestaria. El PSOE la pidió insistentemente la legislatura pasada. Ahora la reclama el PP. Pide que esté formada por técnicos "de alta cualificación profesional" y que tengan acceso a "toda la información sobre la contabilidad nacional".

- Centro de Codificación Legislativa. Ya con carácter técnico, el Partido Popular defiende que el Parlamento garantice, con ese Centro de Codificación Legislativa, que todas las reformas a leyes en vigor que se aprueban se publiquen por el Parlamento con la ley que reforman. Esto no ocurre ahora y el objetivo es que el ciudadano tenga acceso a cómo están las leyes en este momento, sin tener que recurrir a expertos.

El líder del PP, Mariano Rajoy, a la derecha, junto al portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana.
El líder del PP, Mariano Rajoy, a la derecha, junto al portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana.BERNARDO PÉREZ

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