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LA EDUCACIÓN VIAL EN LA ESCUELA

"¿Cuándo cruzo la calle?"

Cuándo tengo que cruzar la calle, cuando el hombrecito del semáforo esté en verde o en rojo? ¿Me puede un policía detener si cometo una infracción si estoy con mi padre? ¿Cómo tengo que abrocharme el cinturón de seguridad? Éstas son algunas de las cuestiones que más preocupan y preguntan los alumnos más pequeños a la Policía Municipal cuando ésta visita los colegios para impartir educación vial.

Porque una de las labores de los agentes locales es colaborar con los centros educativos en la enseñanza de esta materia. Y lo hacen a requerimiento de los centros. En general, estas lecciones se prolongan durante cuatro clases al año y suelen ser muy interactivas.

El encargado del parque de educación vial de Moratalaz en Madrid, el sargento Luis Carlos Arias, cuenta que el hecho de que las aulas sean cada vez más heterogéneas hace que las dudas se multipliquen entre el alumnado. "Al haber aumentado el número de inmigrantes, lo que antes la mayoría de los chicos conocía de educación vial ahora a muchos les suena a chino", asegura.

A los alumnos de primaria, los policías municipales tratan de enseñarles distintas cuestiones. Cómo deben andar por la acera ("siempre lo más alejado del bordillo y lo más pegado a la pared"). Cómo cruzar la calzada. Cómo comportarse dentro de los vehículos ("en la parte trasera del coche y siempre con el cinturón puesto") y en un transporte público ("siempre agarrados y moviéndose lo menos posible"). Que tengan cuidado con los accesos a los garajes por si sale algún coche.

.. En cuanto a las señales, se les explica de manera muy básica cómo funcionan los semáforos y las señales de los agentes.

A medida que los alumnos son mayores, todas estas explicaciones se van complicando. A los de 5º de primaria se les instruye sobre cómo deben de conducir la bicicleta: "Yendo por la derecha y señalando todas las maniobras o cambios de dirección".

Y a los de 2º de ESO se les habla de ciclomotores. Los requisitos para poder conducirlos y cómo deben hacerlo. "Los chicos están muy interesados con este tema", explica Arias. Les dicen cómo actuar en caso de accidente y los efectos que las bebidas alcohólicas o las drogas producen sobre el conductor.

Aparte de las clases teóricas que los policías municipales imparten en los colegios, existen en España una treintena de parques infantiles de tráfico. En estas instalaciones se reproducen ciudades en miniatura, con sus calles, rotondas, semáforos, señales y hasta garajes para guardar los vehículos. Aquí los alumnos se suben en bicicletas y ensayan la teoría que ya les han enseñado en la escuela. Mientras, los monitores de la instalación van corrigiendo las infracciones que cometen los cavales.

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