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El Reino Unido presiona a Washington para que cumpla los tratados del cambio climático

El Gobierno británico anuncia una reducción de las emisiones en un 60% para 2050

Pese a las excelentes relaciones del Gobierno de Tony Blair con la Administración de Bush y el acuerdo demostrado en muchas cuestiones, un problema internacional les separa seriamente: la política frente al cambio climático. El asesor científico del Gobierno británico, sir David King, ha dejado claro, en la reunión anual de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se celebra en Seattle, que "es imprescindible tomar medidas ya: la pasividad basada en incertidumbres científicas no es defendible". King urgió a EE UU a que se sume "hombro con hombro" al esfuerzo del Reino Unido para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

King dio la semana pasada la primera conferencia plenaria precisamente dedicada al calentamiento global y la necesidad de actuar inmediatamente para atenuar sus efectos.

Este asesor científico del Gobierno británico -que antes de llegar a Seattle para el congreso de la AAAS ha estado en Washington discutiendo el asunto con los responsables de la Administración de Bush, incluido el Departamento de Energía- comentó: "Nosotros hemos firmado el Protocolo de Kioto y Estados Unidos, no; ésa es una gran diferencia. Nos gustaría al menos comprobar que estamos de acuerdo en que esto es un problema global y que exige soluciones internacionales". El asesor de Blair puntualizó que en sus conversaciones con las autoridades estadounidenses, éstas reconocen "que el cambio climático es un problema y señalan que también ellos están tomando medidas, pero nosotros sostenemos que tienen que ser medidas en el ámbito del esfuerzo mundial".

El Reino Unido ha puesto en marcha líneas de actuación para hacer frente al cambio climático, explicó King, y el objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% para 2050 respecto al nivel de 1990 (año base establecido en el Protocolo de Kioto para contabilizar las emisiones), sin que eso tenga que suponer un freno económico para el país. Hasta ahora, las emisiones británicas han caído en más de un 9% entre 1990 y 2002, registrándose a la vez un crecimiento económico continuo en el país.

Objetivos obligatorios

Acerca de si se lograrán cumplir o no los objetivos de reducción de emisiones en la UE, King manifestó a EL PAÍS: "No es una cuestión de optimismo o pesimismo, es obligatorio cumplir los objetivos". Además, puntualizó, la opinión pública es cada vez más favorable a tomar medidas para hacer frente a este problema, a la vista de fenómenos como la ola de calor del pasado verano, que provocó la muerte de unas 30.000 personas en Europa.

El asesor británico presidió en la conferencia de Seattle una sesión titulada Trazar puentes sobre la separación entre las políticas del cambio climático: un diálogo entre el Reino Unido y EEUU. No asistieron a la misma representantes de la Administración de Bush, pero sí científicos estadounidenses que manifestaron estar de acuerdo con la comunidad científica internacional y con las políticas europeas de reducción de las emisiones. Lo cierto es que en el programa de la conferencia de la AAAS se están discutiendo muchos aspectos del cambio climático en los que los investigadores se muestran claramente en la línea internacional de consenso sobre el alcance y efecto del calentamiento global, y destacan la urgencia de tomar medidas.

El geoquímico del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Harvard Daniel Schrag explicó que la relación entre el clima y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera "no es una teoría, sino algo comprobado", no sólo en la Tierra, sino también en Venus. Apuntó que hace de 36 a 55 millones de años que no se registra en la Tierra un nivel de CO2 en la atmósfera de 500 partes por millón, barrera que se superará con creces en las próximas décadas si no se toman medidas, desde las presentes 372 partes por millón. "No se habían superado las 300 probablemente en los últimos 30 millones de años", y el aumento actual debido a la acción humana es tremendamente rápido, dijo. "El debate en EE UU no es sobre la base científica, sobre eso hay acuerdo, sino que hay opiniones que sostienen que el coste de tomar medidas es muy alto", señaló.

King, que mostró en su charla datos como imágenes de glaciares en zonas ecuatoriales que se han derretido en las últimas décadas, recordó que gran parte del crecimiento de las emisiones en las próximas décadas procederán de países en vías de desarrollo como China, y que también ellos deberán actuar, pero señaló que difícilmente se puede pedir que tomen medidas si no lo hacen antes los países desarrollados. Mencionó la importancia de la transferencia tecnológica a esos países y las oportunidades de desarrollo de las mismas en los países avanzados.

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