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Rabat sólo acepta crear un órgano común contra la inmigración

Acebes recibió a su homólogo marroquí

Marruecos y España acordaron crear una comisión mixta de coordinación policial para reforzar la lucha contra la inmigración clandestina. En ese organismo, los marroquíes estudiarán caso por caso la readmisión de subsaharianos y argelinos que, procedentes de su territorio, desembarcaron ilegalmente en las costas andaluzas o canarias, según fuentes del Ministerio del Interior. El compromiso marroquí dista mucho de satisfacer la reivindicación del titular de Interior, Ángel Acebes.

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Acebes recibió ayer a su homólogo marroquí, Mustafá Sahel, al que llevaba esperando desde que el 29 de abril se comprometió a viajar a Madrid para resolver el contencioso sobre la repatriación de los subsaharianos procedentes de Marruecos, unos 8.000 al año.

Un mes antes, en Málaga, delegaciones de ambos países habían alcanzando un acuerdo en el que Rabat aceptaba, entre otras cosas, que le fuesen devueltos los subsaharianos y argelinos si el patrón de la embarcación en la que habían llegado a España era marroquí.

Acebes confiaba en que Sahel viajase para ratificar ese acuerdo, pero no fue así. En tres ocasiones el ministro marroquí echó balones fuera cuando, durante una conferencia de prensa, fue preguntado por la readmisión de subsaharianos. Al final sugirió a su anfitrión que diese por terminado el encuentro con los periodistas.

El propósito de su visita, señaló Sahel, era explicar la doble decisión de Mohamed VI de crear un cuerpo policial dedicado exclusivamente a la lucha contra las organizaciones criminales, que se aprovechan de la inmigración, y un observatorio de reflexión sobre cómo encauzar este fenómeno.

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Su homólogo español valoró "muy positivamente" la iniciativa real. Anunció además un acuerdo con Sahel para la puesta en pie de una comisión integrada por enlaces policiales españoles y marroquíes que se reunirá "al menos una vez al mes", a partir del 3 de diciembre, aunque sólo será operativa a principios de 2004.

Este organismo servirá, ante todo, "para intercambiar información (...) y generar la confianza necesaria", prosiguió Acebes, quien dejó incluso caer que las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes podrían llevar a cabo, algún día, una operación conjunta.

"Pasamos a un nivel operacional práctico", añadió Sahel. "No se trata ya de reunirse sino de actuar atacando" a las redes de traficantes de seres humanos. "En lo concerniente al problema (...) de las readmisiones, la comisión propondrá las soluciones más adecuadas", concluyó.

Las autoridades marroquíes podrían aceptar con cuentagotas a algunos subsaharianos, pero no de forma sistemática. Consideran que Marruecos padece, a su vez, un problema de inmigración irregular a través de su frontera con Argelia, y que no puede hacerse cargo de todos los subsaharianos que España desea devolverles.

Involucrar en estas conversaciones a Argelia y a Libia, por donde transitan también muchos subsaharianos, es un viejo anhelo marroquí que ayer Acebes complació. Anunció reuniones conjuntas "con los países con los que, a su vez, somos frontera".

Aunque haya dado pocos resultados, desde el punto de vista del Ministerio de Interior, la visita de Sahel allana el camino para el viaje a Rabat, el 8 y 9 de diciembre, del presidente José María Aznar. Ese desplazamiento sellará la reconciliación bilateral.

De no haberse producido el viaje del ministro marroquí, el Gobierno español temía que las reuniones de trabajo de Aznar en Rabat quedasen emponzoñadas por el contencioso sobre la inmigración clandestina.

Ángel Acebes y Mustafá Sahel, ayer en Madrid.
Ángel Acebes y Mustafá Sahel, ayer en Madrid.EFE

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