Varios colegios y edificios públicos de Valencia muestran escudos franquistas en sus fachadas
Los socialistas piden la retirada de estos símbolos y el PP alega que una ley lo impide
Escudos con yugos y flechas y placas de homenaje a los fallecidos del bando franquista en la Guerra Civil decoran aún las fachadas de varios colegios, iglesias y del antiguo convento que ocupa la Capitanía General del Ejército en Valencia. Cercano el 25 aniversario de la Constitución española, el grupo municipal socialista pidió ayer la retirada de estos restos del franquismo y su sustitución por "símbolos acordes con la democracia". El PP, que gobierna la ciudad, alegó que una ley de 1984 impide retirar los escudos si forman parte de los edificios "de manera fija".
"Hay cosas que ya no tienen sentido" y suponen "un anacronismo" en una democracia, destacó el concejal Juan Soto al presentar la moción por la que los socialistas piden la "supresión de la simbología franquista" de edificios públicos "en el marco de la celebración del 25 aniversario de la Constitución", el 6 de diciembre.
La moción recoge seis inmuebles. Así, en una de las fachadas de la ermita de San Miguel de Soternes -del siglo XV- se colocó tras la Guerra Civil una placa de cerámica que recuerda "a los caídos por Dios y por España", que "obviamente no forma parte de la protección del edificio". El inmueble es de propiedad privada y está pendiente de expropiación por parte del Ayuntamiento para destinarlo a servicios públicos. La iglesia de la Asunción de Santa Bárbara, en la pedanía de Massarojos, es del siglo XVI y muestra una placa similar de piedra desde la contienda civil. En Valencia, dos colegios públicos, el Teodoro Llorente y el San Juan de Ribera, mantienen en sus fachadas escudos "anticonstitucionales" con yugos y flechas, al igual que el Conservatorio Superior de Música de la Generalitat. La iglesia y convento de Santo Domingo, que alberga la Capitanía General, exhibe en el frontispicio los símbolos franquistas -y el patio una escultura ecuestre de Franco-.
Soto destacó que las iglesias y Capitanía son edificios protegidos y "procede retirar la simbología franquista por dignidad democrática y por motivos patrimoniales", ya que son "elementos añadidos" al original. El caso de los colegios lo calificó de "sangrante" porque están "destinados a formar a niños y niñas en y para la libertad". Estos edificios no están protegidos, por lo que no hay impedimentos para "avanzar en la recuperación de la memoria histórica sin rencor" y alejar escudos que recuerdan "al sufrimiento" de miles de ciudadanos.
La iniciativa fue rechazada con cajas destempladas por el equipo de la alcaldesa del PP, Rita Barberá. En una nota, el edil de Educación, Emilio del Toro, recuerda que Soto ya pidió -sin éxito- la eliminación del escudo del centro Teodoro Llorente, y culpa a los socialistas de la situación, al alegar que una ley de 1984, de su etapa de gobierno, excluye de la retirada escudos que son parte de los edificios "de una manera fija, de tal modo que no puedan separarse de ellos sin quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto". Soto no ve tal impedimento en estos inmuebles.
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