_
_
_
_
_
Reportaje:ELECCIONES EN CATALUÑA

La pasión andorrana de CiU

Pujol quiso ser copríncipe en 1980 y Mas propuso el pasado mes de octubre crear selecciones deportivas mixtas

Convergència i Unió (CiU) siempre ha tenido una mirada especial para Andorra. El pequeño Estado independiente, en el que la lengua oficial es el catalán, genera pasiones nacionalistas en CiU. Así ha sido desde el principio del mandato de Jordi Pujol hasta su final con Artur Mas. El 27 de diciembre de 1980, el recién elegido presidente catalán se entrevistó con Joan Martí Alanis, obispo de La Seu d'Urgell y copríncipe de Andorra. Pujol le expuso al jerarca eclesial su criterio de que si un día renunciaba a su cargo de copríncipe lo hiciera en favor del presidente de la Generalitat, como en su día pasó en Francia con el conde de Foix, después el rey de Francia y, posteriormente, el presidente de la República Francesa. Martí Alanis evitó pronunciarse, haciendo gala del savoir faire de una institución con siglos de historia y que sabe que el tiempo es un sabio consejero que enfría pasiones.

Más información
Alud de críticas a Pujol tras admitir trampas en los conciertos escolares

Ciertamente, los proyectos catalanoandorranos de este calado han permanecido hibernados durante 23 años. Hasta el pasado 16 de octubre. Ese día, a primera hora de la mañana, Artur Mas y Jordi Vilajoana ocupaban sus asientos de clase preferente en el vuelo de Swiss Air Barcelona-Ginebra. Los dos consejeros emplearon la hora y media de viaje en preparar la entrevista que debían mantener en Lausana con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Roige. Una repentina reunión para intentar neutralizar, en vísperas de la campaña de las autonómicas, el imprevisto golpe de efecto de Esquerra Republicana (ERC) al firmar un pacto electoral con la Plataforma Proselecciones Deportivas Catalanas. Mas se limitaría, como acordaron con su equipo asesor, a reclamar a Jacques Roige un hueco para Cataluña en el deporte internacional y la futura -aunque más que improbable- participación en los Juegos Olímpicos.

A medio camino, Vilajoana extrajo de su maletín un informe, encargado y pagado por la Generalitat -dos millones de pesetas-, del abogado belga Jean Louis Dupont, famoso por la sentencia del caso Bosman. El informe proponía tres soluciones inéditas para que los deportistas catalanes pudieran colarse en las competiciones internacionales. La primera de ellas era la más estrafalaria, como se demostró posteriormente: otorgar a los catalanes un pasaporte andorrano y constituir selecciones deportivas conjuntas. Mas dudó inicialmente, pero acabó aceptando como buena la solución brindada por Vilajoana y se decidió en el vuelo a desarrollarla. Tan sólo había que comunicársela a las autoridades andorranas, pues la propuesta implicaba a un Estado soberano. Desde Lausana, el conseller en cap telefoneó a Marc Forné, jefe del Gobierno andorrano, quien escuetamente se dio por enterado.

Jacques Roigé dijo: "Vengan ustedes con otro pasaporte y todo solucionado". Mas salió del despacho e informó de la reunión a la prensa catalana, desplazada expresamente desde Barcelona. Algunos periodistas no podían dar crédito a lo que oían. El conseller en cap de la Generalitat abogaba porque los deportistas catalanes compitieran bajo bandera andorrana.

Las consecuencias del patinazo fueron tan desapacibles como el vuelo a Madrid, en donde Mas participaba a la mañana siguiente en un programa de Tele 5.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La solución Bosman -que las autoridades andorranas calificaron a modo planiano de collonada- era legal y jurídicamente inviable, pues el principado prohíbe la doble nacionalidad.

Al conseller en cap le llovieron las críticas, en todas sus variantes, incluida la hiriente ironía. A los tres días, la dirección de CiU daba marcha atrás a la idea y culpaba a la prensa por haber malinterpretado a Mas. El consejero de Agricultura, Josep Grau, se desplazó a La Seu d'Urgell para presentar sus disculpas al copríncipe de Andorra, el obispo Joan Enric Vives.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_