"Mis fotografías han heredado más de la literatura que del arte"

Elssie Ansareo dice que le cuesta mucho trabajo reconocerse como fotógrafa y le resulta imposible considerarse artista, a pesar de los elogios que ha recibido tras sus primeras exposiciones. "Yo sólo soy una persona que hace fotos, que trabaja haciendo fotos, que busca hasta encontrar lo que quiere contar con una fotografía", dice.

Pregunta. En las primeras fotografías que ha expuesto ha abordado la identidad femenina.

Respuesta. Sí, me interesa mucho y estoy pensando en retomar el tema. Hablar de la naturaleza de lo femenino, de la identidad femenina, es casi hablar del autorretrato. Es reconocerse a una misma. Y abogar un poco por la imagen de la mujer, por hacer que una mujer sea quien construya su propia imagen real. Y creo que la imagen hecha por mujeres a veces se pierde porque se conecta con el feminismo. Arrastramos un montón de estereotipos en este campo, como las mujeres fuertes y en actitud devoradora de Helmut Newton. Son mujeres mantis religiosa, depredadoras.

P. Pero también fotografía realidades tan descarnadas como pisos en alquiler, medio destartalados.

R Empecé a hacerlo cuando el verano pasado me cambié de casa tres veces. Es algo muy actual, mucha gente está en la situación de no poder comprarse una casa. También hay que hablar de ello, de cómo vivimos.

P. Utiliza el blanco y negro y el color.

R. El manejo de la puesta en escena es el punto en común entre el blanco y negro y el color. La diferencia es que el blanco y negro me resulta más sugerente, más íntimo, es más narrativo, me ofrece un arco interpretativo mucho más amplio.

P. ¿Y el color?

R. Es diferente. A veces las fotos en color rozan el estudio sociológico, es más directo. El blanco y negro, para empezar, es una abstracción y también permite diluir la cuestión del tiempo, no se ubica en un momento determinado.

P. ¿Por qué sigue trabajando con negativo? ¿No le tienta la tecnología digital?

R. Aún no siento inquietud por acercarme a los medios digitales, pero, en primer lugar, es por la calidad. La calidad que tiene hoy en día una fotografía hecha con negativo y una cámara de placas no la alcanza la tecnología digital. No desecho la idea de utilizar los métodos digitales, puede que me llegue a inquietar, pero eso necesita un tiempo y ahora mismo no estoy por la labor. Hasta los fotomontajes los hago por la vía tradicional, aunque me digan que es más fácil con ordenador.

P. Casi todos sus compañeros de generación trabajan con fotografía digital. ¿Se siente contracorriente?

R. Sí, un poco. Es diferente. Me siento más aislada en el blanco y negro.

P. ¿Le gusta revelar?

R. El trabajo del laboratorio es el más duro, pero también el más importante. Es el momento de interpretar mediante la técnica la información que has captado. Es el retoque que cierra el proceso.

P. ¿Qué ha recogido de la historia del arte?

R. La herencia pictórica, la escultura clásica, la fotografía y, más todavía, la performance. Pero siempre me ha gustado mucho el cine, el teatro, la danza, y creo que me han dejado un poso de teatralidad en mis fotografías. Y sobre todo, en primer lugar, me encanta leer. El planteamiento conceptual de mis fotografías ha heredado de la literatura más que del arte.

P. ¿Qué lee?

R. Me gusta la novela, los grandes clásicos, la filosofía, el realismo mágico suraméricano. Lo último que he leído ha sido a Cioran e Italo Calvino.