Ibarretxe pone en marcha su plan y afirma que la decisión está en manos de los vascos

"Todas las personas que vivimos en Euskadi vamos a decidir con nuestro voto nuestro futuro. Es nuestro derecho y nadie nos lo puede arrebatar", proclamó ayer el lehendakari, Juan José Ibarretxe, minutos después de que el Gobierno vasco (PNV, EA e IU) aprobara su plan de libre asociación.

"Sólo pedimos la voz y la palabra", dijo en la declaración institucional efectuada al término de la breve reunión extraordinaria del Ejecutivo autónomo para aprobar la "Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi". Ése es el nombre definitivo que ha adquirido el plan de Ibarretxe sobre la libre asociación con el Estado, que en contra de lo anunciado por él mismo no fue remitido al Parlamento como proyecto de ley. Ni en el texto ni en el discurso del lehendakari, que habló de "texto normativo", figura esa expresión. Todavía hay extremos ambiguos y por definir y ése es uno de ellos.

"Necesitamos nuevos instrumentos y nuevas competencias", afirma el 'lehendakari'

El texto articulado no fue aprobado como proyecto de ley pese al anuncio de Ibarretxe

Según la explicación ofrecida ayer por un portavoz de Ajuria Enea, el cambio se debe a que el artículo 46 del Estatuto de Gernika no habla de proyecto de ley sino de "propuesta". La misma fuente señaló que será la Mesa del Parlamento, probablemente el próximo 4 de noviembre, la que defina y dé calificación a la iniciativa. Con ello el Gobierno obtiene aún un margen para lograr el procedimiento especial de debate que busca y que rechaza la oposición.

Ibarretxe recordó que ayer se cumplían 164 años de la abolición foral y valoró el acuerdo alcanzado por los tres partidos de su Gobierno como "respuesta al compromiso (...) asumido con la sociedad vasca para aportar soluciones".

El lehendakari reivindicó su potestad para "abrir una nueva etapa" por medio de "un nuevo Estatuto para una nueva generación de vascos y vascas". "Necesitamos nuevos instrumentos y nuevas competencias", proclamó, para apelar después "al sentido democrático de los pueblos de España para que la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, expresada de forma pacífica y democrática, sea respetada".

"La decisión final estará en manos de la sociedad vasca", dijo en otro momento del discurso institucional que pronunció arropado por todo su Gobierno, y en el que invitó a la sociedad vasca a informarse, participar en el debate y ser exigente con los políticos, además de no dejarse "someter por el miedo". La seriedad dominó en los rostros de todos los consejeros, incluso en los momentos en los que Ibarretxe se refirió a su esperanza de "abrir el túnel" que "permita ver la luz del amanecer".

El "texto normativo" aprobado ayer no contiene novedades sobre lo que se ha ido conociendo a lo largo del año transcurrido desde su anuncio y sobre los contenidos que expuso Ibarretxe en el Parlamento vasco el pasado 26 de septiembre.

La definición del pueblo vasco, asentado en siete territorios, como el titular del derecho de autodeterminación, que deberá ejercitar en tres ámbitos jurídicos diferentes; la libre asociación como base del nuevo modelo de relación con el Estado; la nacionalidad vasca; la reclamación de un poder judicial propio, incluido un Tribunal de Conflictos Euskadi-Estado y la reivindicación de la potestad de organizar referendos siguen siendo los elementos clave, y también las principales fuentes de controversia y descalificación del proyecto.

Entre otras cosas, se exige que no sean de aplicación en el País Vasco los siguientes artículos de la Constitución: 145 (prohibición de la federación de comunidades autónomas), 155 (potestad del Gobierno para obligar a una comunidad a cumplir las disposiciones legales) y 161.2 (suspensión automática de las disposiciones impugnadas ante el Tribunal Constitucional por el Ejecutivo de la nación).

La disposición adicional del actual Estatuto que salvaguarda la reclamación de futuros derechos que pudieran corresponder al País Vasco en función de derechos históricos desaparece en el nuevo proyecto, pero su contenido se ha incorporado al texto, en el artículo 12, que define el Régimen de Libre Asociación: "La aceptación de este Régimen de Libre Asociación no supone renuncia alguna a los derechos históricos del Pueblo Vasco, que podrán ser actualizados en cada momento en función de su propia voluntad democrática".

El texto propuesto evita el término "derogación" pero afirma que el nuevo Estatuto "sucederá y sustituirá" al de Gernika.

La reunión del Gobierno comenzó con 15 minutos de retraso, a las 10.45, y duró media hora. La solemnidad que se quiso dar a un acto considerado "histórico" por sus promotores, se reflejó en la elección del lugar, el Palacio de Ajuria Enea, e incluso en la vestimenta de algunas consejeras. La excepción fue el representante de EB/IU, Javier Madrazo, que, como es habitual en él, volvió a prescindir de la corbata.

Los consejeros de los tres partidos de Gobierno alteraron luego el protocolo para hacer visibles a los dos socios menores, EA e IU, cuyos consejeros, Joseba Azkarraga y Javier Madrazo, respectivamente, flanquearon a Ibarretxe desde la llegada al Parlamento, en el corto trayecto que realizó el Gobierno en pleno en un microbús.

La Cámara vasca trasladó para la ocasión su registro general, con la presencia de un letrado y la responsable del servicio con el correspondiente sello en mano, al salón de recepciones, donde Ibarretxe entregó el documento en mano al presidente de la Cámara vasca, Juan María Atutxa.

Atutxa se declaró "emocionado". "Hoy no es un día corriente", dijo para resaltar una jornada que Ibarretxe ya había calificado de "histórica". El presidente de la Cámara declaró "llegado el momento de revisar ese instrumento valiosísimo", en alusión al Estatuto de Gernika, y recibió el nuevo proyecto como "una iniciativa cargada de legitimidad", para la que se comprometió a impulsar "un debate sereno".

Casi a esa misma hora, el candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, presente ayer en el País Vasco en un acto del PP en defensa del Estatuto en Gernika, descartó que el proyecto pueda prosperar y aseguró que los dirigentes del nacionalismo vasco lo saben. Rajoy se comprometió a "adoptar todas las medidas jurídicas y políticas " contra el "mayor desafío a la España constitucional en 25 años".

Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que su partido se opondrá "firmemente" a un proyecto "que dificultará la paz y es una imposición para los vascos no nacionalistas". Zapatero consideró necesario "un cambio en el Gobierno del País Vasco y en el Gobierno de la nación, para abrir un camino de estabilidad".

Arnaldo Otegi, portavoz de Sozialista Abertzaleak, se alegró "de que, 24 años después, se le dé la razón política y moral a la izquierda abertzale" al considerar que el Estatuto no era la vía, ni el camino para solucionar el "conflicto" vasco.

La Diputación Foral de Álava celebra hoy un consejo extraordinario convocado de urgencia para pronunciarse sobre el nuevo proyecto del Gobierno vasco. Ayer, la institución festejó el vigesimocuarto aniversario del Estatuto de Gernika, a la misma hora en que el Gobierno vasco aprobaba su proyecto de libre asociación.