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Una juez impone a Endesa una fianza de 16,3 millones por un incendio de 26.500 hectáreas

El deficiente mantenimiento de la línea desató el devastador fuego en Barcelona

Fianza sin precedentes contra una compañía eléctrica por un incendio forestal. El Juzgado de Instrucción número 4 de Manresa ha concluido la investigación por un incendio forestal que arrasó 26.500 hectáreas en Barcelona en el verano de 1998 y ha impuesto una fianza de 16,5 millones de euros a la compañía Fecsa-Endesa para asegurar las responsabilidades civiles que se deriven del caso. La juez ha sentado en el banquillo a cuatro personas: los dos supuestos pirómanos que provocaron el incendio y dos responsables de mantenimiento de la compañía eléctrica.

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Los responsables de Fecsa-Endesa que se sentarán en el banquillo son Agustín Manuel López Rodríguez, jefe de zona de la compañía, y Francesc Josep Archs Lozano, jefe de mantenimiento. También están acusados José María Fernández Barons y Josep Maria Puig Oviedo, dos vecinos de la zona que, según la resolución judicial, provocaron los incendios "para vengarse" del dueño de una serrería que les despidió y del propietario de un restaurante que les denunció por unos daños.

En total, se produjeron siete incendios forestales entre el 18 y el 24 de julio de 1998 que afectaron a 11 términos municipales de Barcelona y quemaron 26.500 hectáreas.

Los daños fueron evaluados por la Generalitat en 108,4 millones de euros. La mitad corresponde a daños al medio ambiente y el resto fueron gastos de extinción y daños causados en fincas y propiedades privadas. Doscientas personas resultaron perjudicadas.

"Total descuido"

La juez considera que cuando se produjeron los incendios los dos responsables de Fecsa "mantenían la línea eléctrica con total descuido", porque se encontraron restos pertenecientes a obras de mejora efectuadas y "una gran cantidad de masa forestal no retirada" dentro de la franja de seguridad. En ese sentido, la juez añade que los 15 pinos cortados y restos secos que había allí "contribuyeron decisivamente a extender el fuego originado por la línea eléctrica. La resolución judicial explica que se produjo un arco eléctrico entre dos conductores de la línea de alta tensión que provocó el desprendimiento de partículas incandescentes al suelo, las cuales, "al caer sobre la vegetación reseca y encontrándose en la zona los restos de la tala efectuada, originaron el incendio".

Frente al criterio de la juez de instrucción, Cristóbal Martell, abogado defensor del jefe de zona de Fecsa-Endesa, aseguró que "no existe ningún fundamento científico que demuestre la responsabilidad de la compañía". En opinión del abogado, "la línea estaba en buen estado y consta que no produjo desprendimientos de material incandescente. En este sentido, el abogado recordó que su afirmación se basa en un minucioso análisis que hicieron los técnicos de la línea de alta tensión, que en su día fue desmontada hasta tierra firme. El resultado de esta prueba hizo que el fiscal descartase acusar a los responsables de Fecsa y se centrara sólo en los pirómanos. Pero el abogado que acusa en nombre de 27 perjudicados siempre imputó a la compañía y ahora la juez ha avalado su parecer.

El abogado Martell ha solicitado un auto de aclaración de la resolución porque en un apartado atribuye a los pirómanos el incendio de 26.500 hectáreas y más adelante asegura que fue consecuencia del mal estado de la línea de Fecsa. El caso lo juzgará un tribunal popular en la Audiencia de Barcelona.

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