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LA POSGUERRA DE IRAK

Los funcionarios afines al Baaz serán expulsados del nuevo Gobierno iraquí

El administrador de EE UU, Paul Bremer, admite algunas excepciones

Guillermo Altares

El administrador civil estadounidense para Irak, Paul Bremer, emitió ayer un decreto, que fue repartido en árabe por las calles de Bagdad, para "desmontar" la estructura del partido Baaz. Todos aquellos que tuviesen cargos de responsabilidad en la única formación política autorizada bajo la dictadura de Sadam Husein "serán expulsados de sus puestos y, de ahora en adelante, tendrán prohibido trabajar en el sector público".

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La orden de Bremer admite excepciones basadas en casos concretos. El decreto contra el partido Baaz no fue el único pasquín que Bremer hizo repartir ayer en la capital iraquí. En las calles de Bagdad pudo leerse otro cartel escrito en árabe para disuadir a los saqueadores. El primer objetivo que el nuevo administrador se ha fijado desde que fue nombrado es acabar con la caótica situación de seguridad que padece el país y que ha aumentado la impopularidad de los estadounidenses. "Dejad de robar y de saquear. Los actos de saqueo impiden la distribución de la ayuda humanitaria y retrasan la construcción de Irak", señala el texto. "La elección es vuestra: puedes contribuir a la reconstrucción de Irak y ayudar a su prosperidad o puedes condenar a las futuras generaciones a vivir en la pobreza. Haz lo que te dicte tu conciencia", agrega.

Pero no se trata sólo de una cuestión de palabras: el miércoles fueron detenidos 300 ladrones -en muchos casos jóvenes desarrapados que se pasean con llaves inglesas por edificios en ruinas en los que ya no quedan ni los marcos de las ventanas- y ya no pasarán sólo 48 horas en la cárcel. Desde ayer, cualquier saqueador detenido por la policía iraquí, la policía militar de EE UU o las fuerzas de la 3ª División de Infantería estará arrestado durante un mínimo de tres semanas. Los más peligrosos, miembros de las bandas organizadas armadas hasta los dientes que asaltan tiendas y roban coches, se enfrentarán a largas penas de prisión.

Según señalaron a la BBC fuentes de la Oficina para la Reconstrucción y Ayuda Humanitaria (ORAH) -la Administración civil de la coalición para Irak-, la medida afecta a entre 15.000 y 30.000 antiguos altos cargos. Los miembros de base del partido podrán seguir en sus puestos, aunque "serán interrogados para determinar si tuvieron una conducta criminal o si representan un peligro para la seguridad".

Esta semana, la ORAH había obligado a firmar a todos los funcionarios que ocupaban puestos importantes en la Administración, que se está reconstruyendo poco a poco, un papel en el que debían condenar al partido Baaz. El recién nombrado ministro de Sanidad, Alí Saman, tuvo que renunciar a su puesto a los pocos días de haber sido nombrado por las fuerzas ocupantes por negarse a hacerlo.

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Iraquíes acusados de saqueo eran detenidos ayer en Bagdad por las fuerzas estadounidenses.
Iraquíes acusados de saqueo eran detenidos ayer en Bagdad por las fuerzas estadounidenses.AFP

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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