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LA TRANSICIÓN EN IRAK

Un general iraquí se rinde y da las gracias a EE UU

El mando de Al Anbar, provincia fronteriza con Siria, capitula con 16.000 hombres

El mando del Ejército iraquí en la provincia de Al Anbar (oeste), que cuenta con 16.000 hombres y controla la región fronteriza con Siria, se rindió el martes a las fuerzas estadounidenses, en un nuevo paso hacia el fin de la guerra. La rendición tiene lugar al tiempo que la coalición británico-estadounidense vuelve su atención hacia Siria, a la que acusa de ocultar armas químicas y de haber cooperado intensamente con el régimen del caído presidente iraquí Sadam Husein.

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"Estoy preparado para aportar mi ayuda. Os doy las gracias por liberar Irak y por haberla estabilizado", declaró el general iraquí Mohamed Jaraui al coronel estadounidense Curtis Potts, tras firmar la capitulación de sus tropas en el desierto occidental de Irak.

El general Jaraui dirigía la sección Anbar de las fuerzas iraquíes, que tenía, bajo el régimen de Sadam Husein, el control de la inmensa provincia de Al Anbar, que se extiende al oeste hasta la frontera con Siria y toca al sur la frontera con Arabia Saudí. "Espero que tengamos relaciones de amistad con Estados Unidos", añadió.

El coronel Potts, comandante de la 4ª Brigada de la 3ª División de Infantería estadounidense, dijo al general: "Ahora es tiempo de reconstruir Irak y de devolver el país a su pueblo". "Estoy orgulloso de representar a las fuerzas de la coalición y de EE UU, y al tiempo me siento humilde porque, cuando miro al otro lado de la mesa, veo un soldado con una gran profesionalidad que ha hecho lo que es bueno para su nación, para Irak y su pueblo", dijo Potts.

Los dos hombres estaban sentados cara a cara alrededor de una pequeña mesa, instalada a toda prisa en un centro de telecomunicaciones abandonado. "Os pedimos que intentéis mantener la seguridad de la población iraquí", dijo el general Jaraui al coronel Potts al final de la ceremonia, a lo que éste respondió: "Ése es nuestro plan, y es por lo que estamos aquí". "Gracias por vuestra ayuda, y particularmente por habernos tratado bien", añadió el general iraquí.

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El coronel Potts explicó que las tropas de EE UU explorarán la zona para inmovilizar cientos de carros, transportes de tropas blindados y otros vehículos del comando de Al Anbar, que no serán destruidos, para que puedan usarse de nuevo cuando se estabilice el país.

"Ninguno de los militares bajo el general ha opuesto resistencia", dijo el coronel Potts, aunque explicó que la zona podría cobijar aún a paramilitares y a fuerzas de la Guardia Republicana.

La rendición tuvo por testigo al número dos del general Jaraui, Ahmed Sadek, y a un puñado de militares estadounidenses. Después de la firma, el coronel Potts ofreció un puro a Jaraui y a su asistente. "Esto no es fácil para él. Uno se vuelve modesto cuando se enfrenta a este coraje", subrayó.

El coronel de EE UU Curtis Potts (izquierda), saluda al general iraquí Mohamed Jaraui, tras firmar éste su rendición
El coronel de EE UU Curtis Potts (izquierda), saluda al general iraquí Mohamed Jaraui, tras firmar éste su rendiciónAFP

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