Mejoría de los heridos en los fuegos de las comisarías de Málaga y Torremolinos
El ciudadano nigeriano intoxicado en el incendio provocado en la noche del viernes en los calabozos de la comisaría de Torremolinos (Málaga) salió ayer de la unidad de cuidados intensivos (UCI) y pasó a planta, en la unidad de neomología del Hospital Carlos Haya. J. M., de 28 años de edad, fue la más afectada de las tres personas que resultaron intoxicadas por un fuego provocado por la antigua concejal socialista de la localidad Flora Rey Vázquez.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, justificó ayer que no se cumpliera la instrucción por escrito que se dio tras el incendio de la comisaría de Málaga de hacer un registro exhaustivo a los detenidos: la ex edil "se negaba vehementemente a ser registrada y quizá la fuerza que se hubiese tenido que emplear habría resultado desproporcionada". Rubio admitió que "con resistencia o no, no caben excusas".
El último de los heridos del incendio de la comisaría central de Málaga del 27 de diciembre, un ciudadano marroquí de nombre Bachir, natural Beni Mellal, una ciudad del Atlas, también pasó ayer a planta en la unidad de quemados. De los ocho heridos graves en ese fuego es el único que ha salvado la vida. Las autoridades marroquíes han identificado al inmigrante muerto el 12 de enero en Sevilla, con el 43% de quemaduras en su cuerpo: se trata de Karim Radi, también natural de Beni Mellal, que estaba casado y era padre de tres hijos.
