La policía abate al secuestrador de un fiscal en un juzgado holandés
La policía holandesa abatió ayer a tiros a un súbdito albanés de 20 años citado a declarar por robo en los juzgados de Arnhem, después de que éste le quitara la pistola a uno de los guardas del Palacio de Justicia y retuviera durante varias horas a uno de los fiscales. Tras intentar mediar con el secuestrador con ayuda de un traductor, los agentes penetraron en el edificio en la primera operación de esta clase registrada en los Países Bajos. El tiroteo posterior se saldó con la muerte del asaltante. El fiscal resultó a su vez herido, pero las primeras investigaciones no pudieron aclarar anoche de qué arma había salido dicho disparo.
"Es la primera vez que algo así ocurre en Holanda y sólo podemos tener motivos de preocupación", señalaron portavoces de la fiscalía poco después de terminado el secuestro. Tanto la policía como los jueces y fiscales se preguntaban ayer cómo pudo hacerse con un revólver el secuestrador en un edificio dotado de fuertes medidas de seguridad. La decisión de entrar en los juzgados fue tomada por la policía después de haber evacuado el lugar y cuando se escucharon varios tiros dentro. Los agentes irrumpieron en la sala donde estaba detenido el fiscal casi tres horas después de iniciado el secuestro.
El suceso de Arnhem, ciudad del centro de Holanda, no fue el único registrado ayer en unos juzgados. Más al norte, en Assen, un varón se cortó el cuello después de haber sido sentenciado a 13 meses de cárcel por abusar sexualmente de su hijastra, de nueve años. Aficionado al sadomasoquismo, el procesado maltrató a la menor por la noche cuando la madre dormía. Con la cara tapada mientras era leído el fallo, el procesado sacó de repente un cuchillo con el que se hizo una herida profunda a la altura del cuello. Las primeras indagaciones apuntaban ayer que pudo haberlo sustraído en la propia cárcel. El procesado se hallaba en estado grave y las diligencias deberán aclarar también aquí los fallos de seguridad.
